domingo, 31 de octubre de 2021

¿CÓMO SALIR DE TU ZONA DE CONFORT?

 

La verdad es que es muy fácil caer en la comodidad y la rutina. Lo hacemos sin casi darnos cuenta. Un día te propones dar un gran giro a tu vida, y al día siguiente te das cuenta de que al final estás haciendo lo mismo de siempre.

Cuando te pasa esto, es importante ponerte a analizar qué te está pasando. O más bien, que puedes hacer para salir de esa situación.

¿Tiene que ver con que tienes miedo a hacer alguna cosa y por eso te evades volviendo a los quehaceres de tu rutina habitual? ¿Puede ser que sientas que no estás aún preparado/a para eso que tanto anhelas? ¿O es otra cosa?

Te lo digo, porque, al fin y al cabo, tú y yo sabemos ya de sobra que es eso que te impide avanzar.

Superar el miedo a salir de tu zona de confort.

Quizás llevas tiempo sumido en la apatía. Quizás la rutina diaria te aburre y empiezas a sentir un cierto vacío en tu vida. O quizás sea más bien estás atravesando una intensa crisis personal y/o profesional.

El caso es que, sabes que ha llegado el momento de hacer cambios, pero el problema es que para eso deberás salir de la comodidad, de la “seguridad” y despedirte de esa adictiva sensación de controlarlo todo.

No importa lo buena o mala que pueda ser tu vida. Si ya no estás aprendiendo nada nuevo, si ya nunca te enfrentas a nuevos retos, y si además casi todos tus días son iguales, es probable que no solamente te sientas apático o aburrido, sino que también puedes acabar por sentirte vacío e improductivo.

El vacío es esa horrible sensación interna que surge cuando sientes que ya no estás “vivo”, o lo que es lo mismo, que tu vida ya no tiene ningún sentido.

Pero, entonces, ¿qué es vivir o estar vivo? Te estarás preguntando.

Bueno, ahí está lo maravilloso de vivir, que cada cual puede decidir qué significa la vida para uno.

En mi caso, vivir tiene que ver con aprovechar el tiempo que voy a estar vivo para experimentar, aprender, superarme, mejorar como persona y tener un papel significativo en la vida de otras personas.

Muchas personas sienten que vivir tiene que ver con formar una familia, o alcanzar un cierto tipo de logro profesional, viajar por el mundo y conocer otras culturas, etc.

El caso es que, mientras tengas un sentido o significado para con tu vida, y sigas aprendiendo y creciendo para alcanzarlo, esa vida te llenará. Pero, si por cualquier cosa ya has alcanzado esa meta, ya has completado ese ciclo o deseo, y sigues vivo… ¿qué pasa?

El aburrimiento de la rutina diaria, la apatía y por consiguiente el VACÍO te acompañarán de nuevo cada día. Tus días estarán siempre compuestos por los mismos horarios, las mismas actividades, los mismos compromisos, las mismas relaciones, las mismas conversaciones, los mismos lugares y los mismos quehaceres…Siempre lo mismo

ZONA DE CONFORT

Ese “siempre lo mismo” es lo que conforma tu Zona de Confort. Tu zona de confort está compuesta por todo aquello que ya conoces, controlas y que no supone ningún reto emocional ni intelectual o de cualquier índole.

En ella se encuentran todas tus habilidades, conocimientos, actitudes y comportamientos aprendidos hasta la fecha.

ZONA DE APRENDIZAJE

Alrededor de tu zona de confort está tu Zona de Aprendizaje.

La zona de aprendizaje es donde se encuentran todas las oportunidades que tienes de aprender, conocer o experimentar sensaciones y cosas nuevas.

Estás en tu zona de aprendizaje cuando estás cursando alguna formación, como por ejemplo cuando quieres aprender a utilizar una nueva herramienta o aplicación para tu trabajo, cuando quieres desarrollar una nueva actividad como cultivar tu físico a través de un sinnúmero de rutinas de ejercicio, o bien cuando conoces nuevas culturas gracias a tus viajes a diferentes países.

Así como en la zona de confort reina el control y la comodidad de lo conocido.

En la zona de aprendizaje hay un cierto disconfort, como el que sientes cuando asistes a tu primer día al gimnasio y sientes algo de vergüenza porque sabes que van a haber personas que te mirarán y quizás juzgarán.

 Así que, si eres una persona que no está dispuesta a esforzarse, que tiene miedo de sentir incomodidad o vergüenza o de cometer errores, no podrás nunca aprender nada nuevo, a menos que la vida te ponga contra la espada y la pared. Por eso en desarrollo personal siempre decimos que las crisis son buenas, porque te obligan a salir de tu zona de confort.

De todas formas, lo bueno de la zona de aprendizaje es que hay un cierto desafío, pero no es de los que dan demasiado miedo. Así que te permite aportar nuevos estímulos a tu vida, enriquecerte con nuevos puntos de vista, desarrollar nuevas habilidades, tener relaciones y conversaciones más enriquecedoras y seguir creciendo como persona y profesional. 

Ahora bien, más allá de la zona de aprendizaje, hay otra zona… oscura, tenebrosa, incierta, y terrorífica. Se llama la zona de pánico.

LA ZONA DE PÁNICO

La zona de pánico es la zona de no experiencia. Es dónde, no solamente no tienes experiencia y todo es desconocido para ti, sino que, además es una zona donde te encuentras solo, desprotegido y en muchas ocasiones también, perdido.

Aquí reina la incertidumbre, pero también las nuevas oportunidades. Ya que en esta zona es dónde se encuentra tu posibilidad de trascenderte como persona y/o como profesional.

Por eso también se le llama la Zona de Emprendizaje, ya que es justamente donde inicias en camino hacia la dirección de lo que quieres ser.

En la zona de emprendizaje está tu posibilidad de vivir una vida con propósito. De dedicarte por fin a eso que te apasiona. De hacer un antes y un después en tu vida, ir a por ese sueño que llevas postergando e ignorando desde hace tanto tiempo, y empezar a vivir de una manera más consciente y significativa.

Un buen ejemplo es cuando decides emprender y convertirte en tu propio jefe. Es algo desconocido y, por tanto, tendrás que estar alerta, atento, estar dispuesto a aprender, a hacer cosas que te desafían porque nunca las habías hecho antes. Demanda nuevas responsabilidades, nuevas formas de trabajar, nueva perspectiva, nuevas habilidades, nuevas rutinas y al final y al cabo, también un “nuevo tú”, un tú emprendedor.

No importa si tu sueño es emprender o si es irte a vivir en Francia o tener una hermosa familia. Sea cual sea tu sueño, al pensar en dar ese primer paso hacia tus sueños… ¡entrarás en pánico!

Porque en cuanto veas la enorme diferencia que hay entre el lugar en el que estás y el lugar al que debes llegar para lograr tu sueño, te sentirás incapaz de lograrlo. Te desvalorizarás muchísimo. Pensarás: no, yo no puedo, no tengo esto, ni sé lo otro, y no valgo para, y no esto y no lo otro.

Y es verdad. Te queda mucho camino por recorrer. Muchas cosas que aprender. Muchas habilidades nuevas que desarrollar. Vas a necesitar también ampliar tu perspectiva, ampliar tus límites y atravesar mucha incertidumbre. ¡¡Y eso da mucho miedo!!!

Y aquí es cuando debes hacerte la siguiente pregunta:

¿cómo puedo superar mi miedo a abandonar mi zona de confort y perseguir mi sueño?

La respuesta es: Asegurándote de que siempre, siempre, siempre tu Motivación y tu Propósito sean mayores que tus Miedos.

A esto se le llama “el balance entre tu Tensión Emocional y tu Tensión Creativa”.

La gente que persigue sus sueños, no es gente sin miedo. Es gente que ante su miedo, es capaz de hacer un ejercicio de introspección y recordarse a sí mismo que su vida está para vivirla, que quieren vivirla con sentido y que no van a resignarse a quedarse inmutables ante el inevitable final que nos espera a todos: la muerte.

Esto es hacer balance.

Es decir, inclinar la balanza hacia tu tensión creativa (la que te impulsa a avanzar), en lugar de hacia tu tensión emocional (la que te impulsa a quedarte donde estás)

5 CLAVES PARA SALIR DE TU ZONA DE CONFORT

Estas son las 5 claves que necesitarás para dar tu salto a tu zona de Emprendizaje y empezar a caminar en la dirección de lo que quieres ser.

1. Asegúrate de encontrar tu para qué . Tener un Propósito o una Misión es lo que te permitirá ganarle la batalla siempre a tu Tensión Emocional y tus miedos. Para eso puedes regístrate mi Formación en Inteligencia Emocional en la que te proporciono todas las herramientas para que logres definir tu gran Para Qué, y Tu Misión en la vida.

2. Aprende a usar la Desvalorización a tu Favor. Es normal que ante tu nuevo gran desafío, te sientas pequeño, no apto, o creas que no serás capaz. Pero recuerda entonces que las capacidades se adquieren con las experiencias. Que al igual que cuando aprendes a montar en bici, al principio te sientes inseguro y te caes, al final acabas por ser capaz de hacerlo y llegas a hacerlo, incluso en automático. Lo único que debes hacer es prepararte y actuar. No tiene nada que ver con si eres o no capaz, tiene que ver con qué necesitas hacer o aprender para ser capaz. Si enfocas tu desvalorización como una señal que te indica que necesitas, ¡te habrás conquistado a ti mismo!

3. Permítete cometer errores. Debido a la educación que todos hemos recibido, vemos los errores o el fracaso como algo malo. Pero para poder re-encontrarte con tus sueños deberás aprender a reinterpretar los errores y los fracasos como las pruebas o retos que necesitas para poder hacer acopio de más perspectiva, más conocimientos y más habilidades para lograr tus sueños. Si aprendes a aprender de tus errores, no sólo esto te conducirán a tus sueños, sino que te convertirás en una persona imparable.

4. Aprender y Emprende. En tu camino no todo estará claro, ni sabrás siempre qué debes hacer, ni siempre habrá alguien que te diga cuál es el siguiente paso, o cómo darlo. Habrá momentos en los que te sentirás perdido o sin saber cómo seguir. Para no abandonarlo todo en esos momentos más desafiantes, tendrás que aprender y emprender. Ampliar tu capacidad de aprender de forma autodidacta. Analizando los datos de que dispones y haciendo pruebas. Probar o testear el terreno en el que estás es la mejor manera de salir adelante cuando todo está confuso.

5. Celebra cada pequeño paso que avances. Celebra cada logro, por más pequeño se parezca. Aprende a auto motivarte y a premiarte en cada ocasión que resuelvas un problema, atravieses algo nuevo, o consigas algún nuevo resultado que te acerca un poquito más a tu sueño. Esto es, disfruta del camino.

Y recuerda, los sueños no se logran una vez que llegas a la meta, los sueños se viven en cada paso que das en tu camino hacia ellos. Cuando lo logres lo disfrutarás mucho, pero no será comparable a todas las mini-victorias que tendrás en el camino, ni a lo orgulloso que te sentirás cada día que hayas hecho algo más en dirección a ellos. Puedes vivir tu sueño, y por tanto, tu propósito en el mismo momento que das ese primer paso.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psi. Rayan Muepaz

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lunes, 25 de octubre de 2021

PASOS PARA CONECTAR CON LOS DEMÁS

 

En el contexto de las relaciones humanas y el liderazgo la conexión con los demás es lo fundamental, es la química que se produce cuando dos o más personas descubren que comparten puntos de vista, emociones y experiencias.

Entre mejor sea la relación entre dos o más personas, más fuerte será la conexión que se genere, y habrá más probabilidades de cultivar relaciones prosperas, relaciones de valor, ya sea en tu círculo más íntimo, con tu equipo de trabajo o con cualquiera persona que vayas interactuar.

Así que, no importa cual sea tu profesión o a que te dediques, lo que de verdad importa es como logras conectar con tus socios, colaboradores, pareja, amigos, hijos o cualquier otra persona.

Apreciado lector, a continuación te comparto 8 pasos que yo utilizo para conectar con lo demás.

#1. Conecta contigo primero: la seguridad y confianza en ti es clave para conectar con los demás. Si tú no crees en ti mismo/a porque los demás los harían.

#2. Sé sincero / a: no hay nada más hermoso que un elogio sincero, pero no hay nada más feo que un elogio inventado, así que la próxima vez que intentes resaltar las cualidades de los demás asegúrate de ser sincero y transparente.

#3. Conoce con quién intentas conectar, persona o audiencia: aprenda sus nombres, conoce sus historias, metas y/o aspiraciones. Los líderes efectivos hablan de los temas que a los demás les interesan y que les pueden ayudar.

#4. Sé Coherente: La coherencia es la madre de la credibilidad. Si tu vida no es tu mensaje, tu mensaje no tiene vida.

#5- Sé cercano / a: Búscalos, adáptate a ellos, no esperes que vengan a ti, los líderes y personas de valor están donde pueden aportar valor.

#6. Concéntrate en ellos: El problema # 1 de los líderes sin experiencia es que se enfocan en ellos mismos y eso les impide conectar con la gente. Por más valor que quieras aportar no será bien recibido sino enfocas todo tu valor en guiarlos en su proceso de crecimiento personal.  

#7. Cree en ellos: Una cosa es intentar conectar con ellos porque cree que tienes algo importante que decir y otra cosa es intentar comunicarse con ellos porque crees que ellos son importantes y también pueden ayudarles en diferentes aspectos. Recuerda que las relaciones interpersonales son un intercambio de valor personal.

#8- Ofrece siempre dirección y esperanza: El general francés Napoleón Bonaparte dijo: `` Los líderes son repartidores de esperanza``

Así que, proponte hoy ser más intencional conectando con las personas que diriges y te relacionas. Recuerda que una persona de valor se desarrolla diariamente y no en un día.

Sentir las habilidades necesarias en los momentos necesarios es aquello que te hará ganar en la vida…

Los 8 pasos para conectar con los demás es para que tengas una brújula y comiences a familiarizarte. Siempre existe una manera integral de conectar con los demás y esa manera empieza por canalizar tus emociones. Es un arte y es parte de lo que veremos en el entrenamiento de InteligenciaEmocional.

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Psi. Rayan Muepaz

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miércoles, 20 de octubre de 2021

PASOS PARA ORGANIZAR TU TIEMPO Y TU VIDA

 

La gestión del tiempo no es una meta en sí misma, sino una herramienta que te permitirá lograr tus metas y objetivos. Así que a partir de ahora, te recomiendo que cambies tu forma de expresarte, y en lugar de preguntarte “cómo puedo organizar mejor mi tiempo”, te hagas la siguiente pregunta: ¿Cómo puedo organizar mejor mi tiempo para lograr mis metas u objetivos” lo que sea. Quizás tu meta sea emprender tu propio negocio, o tener más tiempo para pasar con tu familia, o conseguir ingresos extra para pagar tus deudas, terminar una formación académica, o encontrar un nuevo hogar para ti y tu familia.

No importa cuál sea tu meta, lo importante es que la tengas clara, te enfoques en ella al máximo y que uses tus nuevos conocimientos sobre cómo organizarte mejor para acercarte cada vez a esta meta.

Esa es la mentalidad que necesitarás practicar para realmente lograr hacer cambios significativos en tu vida. Porque puedes aprender a convertirte el mejor organizando tu tiempo, pero si no utilizas para lo que de verdad importa, para lo que realmente deseas mucho conseguir, entonces te pasarás la vida siendo muy productivo, haciendo muchas cosas, pero siendo muy infeliz también. Así que recuerda, no pierdas el foco, haz más con menos tiempo, pero siempre en dirección de lo que quieres conseguir.

Apreciado lector, para empezar a mejorar tu organización del tiempo y lograr tus objetivos, es muy importante que aprendas a establecer prioridades y seas más efectivo a la hora de acercarte a ellas.

¿Esto qué significa?

Para ayudarte a entenderlo mejor voy a compartirte un cuento que hace una analogía muy buena acerca de este tema de aprender a priorizar y gestionar el tiempo.

¿Cómo Organizar tu Tiempo?

EL TARRO Y EL MAESTRO

Un día, un viejo maestro fue contratado para dar una formación sobre la planificación eficaz de su tiempo a un grupo de 15 ejecutivos de grandes compañías norteamericanas.

El maestro les miró, y les dijo “Vamos a hacer un experimento”. De debajo de la mesa, el profesor sacó un inmenso tarro de vidrio que puso delicadamente en frente suyo.

 Luego sacó alrededor de varias piedras grandes y las depositó cuidadosamente, una por una en el gran tarro. Cuando el recipiente se llenó hasta el borde y era imposible agregarle una sola piedra más, levantó lentamente los ojos hacia sus alumnos y les preguntó:

“¿les parece que el tarro está lleno?”

Todos respondieron: “Sí.”

Esperó unos segundos y agregó: “¿Están seguros?”

Entonces, se agachó de nuevo y sacó de una bolsa muchas piedrecillas. Con mucho cuidado las agregó y sacudió ligeramente el tarro.

Las pequeñas piedras se infiltraron entre las grandes… hasta el fondo del tarro. El viejo maestro levantó nuevamente los ojos hacia el grupo y reiteró su pregunta:

“¿les parece que el tarro está lleno?”

Esta vez su brillante grupo comenzó a entender…Uno de ellos respondió: “¡Probablemente no!”

“Bien”, respondió el viejo profesor.

Se agachó nuevamente y esta vez sacó de debajo de la mesa otra bolsa con arena y la agregó la arena al tarro. La arena rellenó los espacios existentes entre las piedras y las piedrecillas.

Una vez más, preguntó: “¿Os parece que el tarro está lleno?”

Esta vez sin pensarlo dos veces y en coro, los brillantes alumnos, respondieron: “¡No!”

“¡Bien!”, respondió el viejo profesor.

Así que el hombre cogió la botella de agua que estaba sobre la mesa y llenó el tarro hasta el tope. El viejo maestro levantó entonces los ojos hacia su grupo y preguntó:

“¿Qué nos demuestra esta experiencia?”

El más audaz respondió: “Esto demuestra que incluso cuando creemos que nuestra agenda está llena, si lo deseamos realmente, podemos agregar más citas, más cosas para hacer.”

El profesor respondió: “No es eso. La gran verdad que nos muestra esta experiencia, es la siguiente: Si uno no mete las piedras grandes primero en el tarro, jamás podría hacer entrar el resto después.” 

¿Cuál es la moraleja de este cuento?

Aprende a priorizar las cosas que realmente son importantes para ti y para lograr esas metas que tanto deseas.

Si ahora mismo tienes un gran proyecto entre manos, y deseas conseguirlo con todo tu ser, pero sientes que no te da el tiempo, porque debes atender un montón de otras cosas “urgentes”, entonces lo que necesitas es hacer un cambio de paradigma. La razón por la cual no logras encontrar tiempo para lograr esa meta, no es porque NO tienes Tiempo, sino porque no estás sabiendo priorizar tus tareas.

Se trata de que cambies tu mentalidad, y bloquees en tu agenda, tiempo para avanzar en tu gran proyecto cada día, o cada semana. Y esa es tu prioridad. Después, con el resto del tiempo que te quede harás todo lo demás, tal y como lo venías haciendo hasta ahora. Pero debes asegurarte de colocar las piedras grandes primero, de lo contrario nunca lograrás alcanzar tus metas.

Y como esto es más fácil decirlo que hacerlo, por eso vas a conocer los 5 pasos que puedes seguir para lograrlo:

#1. Despeja tu mente

La razón por la cual te cuesta tanto priorizar es, en parte, porque todo el rato vienen a tu cabeza pensamientos acerca de lo que debes hacer hoy, o mañana o antes del fin de semana, etc.

Pensamientos del tipo, tengo que acordarme de salir a hacer la compra, tengo que limpiar la ropa para que no se me acumule tanto, que no se me olvide comprar tal cosa que necesito, a ver si encuentro un rato después de comer para enviar ese email a mi jefe, etc. Todos esos pensamientos inundan tu mente, y por un lado, no te dejan enfocarte del todo en lo que estás haciendo, por otro lado, actúan metiéndote presión y aumentando tus niveles de estrés, y eso es lo que no puede ser porque se convierte en un hábito y un círculo vicioso del que es muy difícil salir, hasta que no cambias tu forma de pensar y actuar. Y, por último, al no tener la mente despejada, tampoco tienes tiempo para tener ideas nuevas, para encontrar nuevas soluciones, para probar a hacer las cosas de forma distinta, etc. 

#2. Anota tus Pensamientos e Ideas.

Para ayudarte a despejar tu mente, es muy recomendable también que utilices libretas, aplicaciones móviles o carpetas de tu ordenador para anotar e incluso hacer listas con todas esas tareas que vienen a tu cabeza en forma de pensamientos del tipo: “tengo que hacer…” “debo terminar…” “necesito tener hecho…”, etc.

De esta manera, no solo despejas tu mente volcando esos pensamientos al papel, sino que además rebajas la presión porque sabes que una vez anotadas, ya no te vas a olvidar de las mismas, y por fin, tu mente puede enfocarse y concentrarse mucho más en lo que está haciendo.

Así que, habilita espacios para anotar tus pensamientos e ideas acerca de todas las tareas que deberías hacer. Para ello, debes empezar con algo fácil. Tener alguna app en el móvil donde apuntarlo todo, porque hoy en día llevamos el móvil a todas partes y así te aseguras de no perderte ninguna idea, estés donde estés. Hoy en día existen muchas apps para ello como evernote, simplenote, google keep y demás.

También puedes usar el papel, yo la verdad soy más de papel, pero en este caso lo que debes hacer es asegurarte de organizar todas tus notas, de lo contrario más que ayudarte a despejar tu mente, te volverás loco ya no con tus pensamientos, sino con tus notas. 

#3. Organiza tus Notas

Para que todas esas notas llenas de ideas, tareas pendientes, y demás, no se te acumulen debes organizarlas. Y ese sistema de organización puede ser todo lo complejo o todo lo sencillo que puedas. Es decir, si aún no tienes ninguno lo hagas lo más sencillo posible y organices 3 categorías de notas:

1. Las notas relacionadas con tu gran proyecto u objetivo. Aquí estarían tus ideas e inspiraciones y tareas relacionados con ese proyecto, aquello de lo que necesitarás hacer enfocarte para poder llevarlo a cabo, etc. Todo lo que pase por tu cabeza y tenga que ver con ese proyecto lo pones en esta categoría de nota o en esa libreta o clasificador. (Si tienes varios proyectos pues tendrías una categoría o libreta para cada proyecto).

2.  La segunda categoría será para todas esas cosas que no son ni tan importantes ni tan urgentes, pero que debes o quieres hacer, y para las que no tienes una fecha límite todavía, como por ejemplo comprar un traje nuevo, recoger un paquete, etc.

3. Y por último, ten una categoría también para todas esas notas que no encajan en las categoría anteriores. Como por ejemplo para guardar algún que otro pensamiento sobre proyectos nuevos que aún no sabes si llevará a cabo o no. O sobre ideas de viajes para posibles vacaciones, o sobre algún libro que te gustaría leer algún día. Todo eso que se te pasa por la cabeza y no quisieras que se te olvide pero que todavía no sabes si será importante o no, o si la realizarás algún día o no.

#4. Ahora te toca Planificar

Aquí es donde cobra más importancia cambiar tu forma de pensar para poder establecer tus prioridades y conseguir cada día o cada semana avanzar en dirección a tu gran meta o proyecto, para cambiar tu vida.

Así que, cuando vayas a planificarte, y tomes tu agenda para anotar lo que debes hacer ese día, o en la semana, en lugar de revisar tus notas e ir apuntando todo lo que tienes que hacer. Detente un momento y toma esa carpeta de notas que hiciste con todas las ideas y tareas que debes ir haciendo para lograr hacer realidad ese proyecto que cambiará tu vida.

Ahora, escoge cuáles son las tareas de ese proyecto que como mínimo te propones realizar esa semana (o ese día). Y bloquea en tu agenda un espacio de tiempo para esa tarea. Recuerda, primero debes poner las piedras más grandes, y luego la arena se asentará a su alrededor.

Mi consejo es que, realices esa tarea importante de tu proyecto a primera hora del día o a principios de la semana, porque así, pase lo que pase después, lo importante estará hecho.

¿Qué cambios necesitas hacer?

Necesitaras levantarte antes por las mañanas, para dedicarle una hora de todos los días a tu proyecto.

Bloquear una mañana a la semana para dedicársela entera a tu proyecto.

Dejar de hacer horas extra para poder dedicar las tardes a tu proyecto.

Necesitas dejar de participar en alguna actividad social para dedicar tiempo a tu proyecto.

Toma tu agenda en blanco, y empezar por hacerle hueco a tu proyecto. Luego pon el resto de cosas alrededor.

#5. Actúa en consecuencia

Pasa a la acción. Conviértete en esa persona que quieres ser, que has planificado ser y sigue tu plan. Mira tu agenda y ejecuta lo previsto en ella.

Recuerda que aquí es donde entras al ruedo. Aquí es donde vas a encontrarte con obstáculos. Te enfocaras e iniciaras con tu proyecto y de pronto, tu hijo, o tu jefe, o tu pareja o tu madre querrán sacarte de ahí, y pedirte que hagas otra cosa.

O bien, tu mente empezará a meterte presión y a decirte – oye, tienes que ir al supermercado antes de que cierre… y cosas así. ¿qué deberás hacer entonces? Volver al punto 1 y 2: deberás despejar tu mente de esos pensamientos para enfocarte en realizar lo que tienes planificado y sabes que debes hacer.

Confía en tu planificación. Y si ves que algo se te olvidó ya te ocuparás de ello más adelante. Nada es más importante que tu proyecto, nada importa más que caminar en la dirección de lo que quieres llegar a ser.

Así que, si has planificado bien, confía en tu plan, réstale atención a todo aquello que te distraiga, que te aleje de lo que sabes que debes hacer.

Si eres capaz de aprender a priorizar y por consiguiente de dejar para después el resto de cosas de tu día o semana, nada podrá impedir que logres tus más altas metas y cambies tu vida para siempre.

¡Así que tranquilo, enfócate, concéntrate y simplemente hazlo!

Recibe un abrazo de mi parte.

Psi. Rayan Muepaz

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viernes, 15 de octubre de 2021

CLAVES PARA SER CONSTANTE

 

¿Cómo Aprender a Ser Constante?

“No necesitas fórmulas mágicas para lograr tus metas, lo que necesitas es ser constante"

Si eres una persona de esas a las que les cuesta mantener la constancia. Si hay veces que no logras vencer la pereza. Si te gustaría ser más disciplinado y te preguntas constantemente cómo tener más fuerza de voluntad este es el artículo que cambiara tu forma de abordar tus problemas de constancia.

Cómo Aprender a Ser Constante

Los diarios personales están llenos de propósitos y sueños sin cumplir. Los gimnasios están llenos de clientes que no van al gimnasio. Y tú seguramente estás leyendo este post porque estás lleno de ganas de cambiar tu vida, pero te cuesta ser constante y perseverar en tu camino hacia tus metas.

Soy Rayan Muepaz psicólogo experto en Coaching y Optimización Humana Integral, y si este es tu caso no te preocupes, la constancia es algo que a todos nos cuesta, y por eso en el artículo de hoy voy a tratar de insuflarte una gran dosis de motivación, además de 5 estrategias que te ayudarán a mantener y propiciar tu constancia a largo plazo para que puedas, por fin, crear tu nueva vida.

¿Por qué cuesta tanto ser constante?

Todo empieza en Año Nuevo, cuando te dices que este año va a ser diferente. Que esta vez te vas a comprometer a tope con tus nuevos propósitos y que hoy, día 01 de enero, será el primer día de tu nueva vida.

Pero antes de llegar al fin de mes ya te das cuenta de que has vuelto a caer en tu estilo de vida de siempre. Ni gimnasio, ni nuevas rutinas, ni metas logradas, ningún cambio significativo a la vista.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué cuesta tanto ser constante? ¿Qué te impide ser más disciplinado?

Veamos primero, qué es lo que pasa para que tomes conciencia más clara y consistente de estos obstáculos:

Obstáculo # 1

En primer lugar, debes darte cuenta de que vivimos en una sociedad de la píldora mágica de la felicidad que, a través del marketing y la publicidad online, trata de facilitarte que consigas lo que quieres de un día para otro. Que quieres bajar de peso, entras a una tienda online y al día siguiente te aparecen en la puerta de tu casa con un sinnúmero de accesorios para que consigas “perder peso” sin tener que esforzarte verdaderamente.

Esto a muchos nos ha hecho un débil favor. Ya no sabemos muy bien lo que es conseguir las cosas por nosotros mismos. Y mucho menos sabemos lo que es, darle tiempo a las cosas para que sucedan.

Obstáculo # 2

Esto me lleva al segundo punto. Debes comprender que la súper motivación o casi diría “excitación” que sientes cuando te propones un nuevo objetivo o estilo de vida, solo dura unos días. Quiero decir que, una vez pasa la primera semana desde que te comprometes a lograr tu nueva meta, la motivación va a decaer y eso hará que la pereza o la incomodidad sean más difíciles de atravesar. Así que te toca aprender a encontrar nuevas fuerzas o actitudes que te ayuden a mantener tu constancia.

Obstáculo # 3

En tercer lugar, todos los seres humanos tenemos una tendencia natural a ahorrar energía y así garantizar nuestra supervivencia. El problema es que, aun cuando esa supervivencia ya está garantizada, seguimos aferrándonos a la ley del mínimo esfuerzo.

Obstáculo # 4

También tenemos tendencia natural a buscar el placer, mientras huimos del displacer o dolor. Esto hace que, aún cuando sabes que tu meta te va a traer mucho más placer cuando la logres que quedarte en el sofá viendo Netflix, en los momentos de mayor pereza el ahora te ganará la batalla.

Obstáculo # 5

Y, por último, si sigues viviendo en un entorno de tentaciones o distracciones, será muy difícil que a corto o medio plazo no abandones por completo tu meta. Yo siempre digo que no se trata de resistirte a las tentaciones sino de alejarte de ellas. Si te aseguras de no tenerlas cerca te ayudas a seguir enfocado en tus objetivos.

Bien, una vez que tienes a la vista estos obstáculos, vamos a ver más específicamente qué puedes hacer para mantener la constancia en tu día a día.

Estos son las 7 estrategias que debes asegurarte de usar cuando la ocasión lo requiera:

#1. Ten un buen motivo para lograr eso que te has propuesto. Uno que sea realmente importante para ti.

A veces nos proponemos metas o cambiar nuestras vidas porque acabas de ver a tu instagramer favorita hacerlo, o porque de pronto ves algo que se antoja muchísimo, pero no tienes un verdadero “por qué esto es importante para mí”. Así que todo empieza aquí. Asegúrate de que haces las cosas por una cuestión importante, tan importante para ti que sabes que no puedes permitirte no lograrlo. Y tenlo presente cada día. Hay que se hace recordatorios en el móvil, o quién se lo escribe en un cartel grande en el espejo del baño, etc.

#2. Elige tu Batalla. No vayas a por más de 1 objetivo, hábito o cambio a la vez. Elige uno.

Elige aquello que más pueda ayudarte a lograr lo que te has propuesto. Ya es suficiente trabajo tratar de lograr ser disciplinado con algo nuevo, como para hacerlo con muchos objetivos a la vez. No seas kamikaze y enfócate en librar tus batallas de una en una.

#3. Prográmate. Ten programado espacios de tiempo para dedicar a este objetivo y respétalos.

Así evitarás todas las excusas del tipo “es que no me dio tiempo”, “es que tenía muchas ocupaciones”, “es que me cuadró con una reunión”. Prográmalo todo con mucha antelación en tu agenda y conviértelo en algo sagrado. Todo lo demás tiene que ser movible con respecto a este objetivo que es tan importante para ti.

#4. Ten a la vista tu meta en el largo plazo, pero enfócate en el presente de qué es lo que debes hacer en cada momento. Avanza 1 día a la vez.

Sigue tu programación sin mirar hacia todo lo que te queda por hacer o conseguir. Debes poder enfocarte en el día a día, sino te desinflarás y querrás abandonar. Así que, te levantas, miras tu agenda y actúas.

Por ejemplo, hoy me toca salir 20 minutos a correr, bien, primer paso, ponerme los tenis (y te enfocas en ponerte los tenis, no en la pereza que tienes de ponerte a correr), luego coges tu bolsa de deporte y sales de casa (enfócate solo en eso), luego subes a la calle y te dices, ok solo 3 minutos de caminar lento para calentar, y te enfocas en eso, no en correr, y verás como cuando llega el momento de correr estarás ya mucho más enfocado para hacerlo.

Lo mismo si se trata de empezar a dar charlas en público. Primero te enfocas en elegir un tema (no en tu charla), luego te enfocas en hacer tu guión (no en la charla), etc, etc, etc.

Esto me lleva a lo siguiente…

#5. Actúa primero, piensa después. Se trata de que no le des cancha a tus pensamientos y sensaciones cuando estos inician un diálogo de renuncia o autosabotaje.

Me refiero al típico locus mental como “ hoy me da pereza hacerlo, no pasa nada porque lo deje pasar hoy también”, “no, hoy no es mi día, no debería ir, total no lo voy a hacer bien”, “qué pereza tengo hoy, y este capítulo está súper interesante, ¿y si no hago nada hoy?” Lo debes hacer para ser constante es aprender a reconocerlo antes de que se haga convincente. Se trata de que en cuanto inicie, lo cortes y actúes. Porque ya sabes de sobra qué pasa si empiezas a postergar lo que sabes que debes hacer.

#6. Jamás abandones solamente porque hayas fallado un día, una semana o un mes. Es normal que en el camino hacia tu nuevo hábito u objetivo, falles.

Pero el no haber cumplido una vez, o dos, o tres, o las que sean, no es excusa para dejarlo. Esto es típico de los gimnasios, como llevo 2 semanas sin ir, pues ya no voy nunca más. NO. Para poder ser constante, te toca aprender a incluir los fracasos como parte esencial e inevitable de tu camino hacia tus metas. Lo único que te indica el fracaso es que todavía te faltan cosas por aprender. Aprender a alejarte de tus distracciones, aprender a actuar antes de pensar, aprender a enfocarte en 1 día a la vez, etc.

Así que tente paciencia, sé compasivo contigo mismo y date ánimos para volver a intentarlo al día siguiente. Necesitas convertirte en tu mejor amigo, en tu Mejor Aliado, de esos que cuando lo necesitas te ayudan a encontrar las respuestas que buscas, te apoyan y animan para motivarte a seguir adelante.

Y si ya hace varios días o incluso semanas que no te pones de nuevo con tu meta, te toca enfadarte contigo mismo. Enfádate porque estás dejando que la pereza sea la que gobierne tu vida en lugar de ti mismo. Enfádate porque no estás honrando tus decisiones ni tus sueños. El enfado es una de las mejores emociones para pasar a la acción.

#7. Conócete. Analiza qué te funciona y qué no. Si hay algo que realmente te bloquea mucho y no te permite ser constante, ¡analízalo!

Si hay algo que te bloquea es creer que no eres capaz de cumplir lo que dices, pero es que, yo sé que eres capaz, estoy convencido de ello, es sólo que te has acostumbrado a lamentarte y ponerte excusas en lugar de usar tu privilegiado cerebro.

Cada vez que fracasas tienes la oportunidad de ver qué es lo que falló. Quizás es que a esa hora no tienes la energía que necesitas para tomar acción, trata de hacerlo más temprano la próxima vez y organiza tu agenda.

Para ser constante debes conocerte. Prestar más atención en ejecutar primero lo fácil, probar distintas fórmulas y quedarte con la que menos fricción te produzca. Así como qué te funciona para atravesar esa fricción los días más difíciles o de mayor pereza.

Conclusión

En definitiva, mi apreciado lector, recuerda que Honrar tus decisiones y Respetar tus Objetivos, es un acto de Amor Propio. ¿Quieres más amor propio, quieres más confianza y seguridad en ti mismo, quieres ser más feliz? Hónrate haciendo lo que tienes que hacer para lograr la vida que quieres.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psi. Rayan Muepaz

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