Muchos jóvenes y no tan jóvenes llegamos a ciertas
etapas de la vida adulta con esa sensación de… ¿y ahora qué hago? ¿esto
es todo?, ¿por qué no me siento feliz? una vez que conseguimos
alcanzar nuestra metas más básicas y fundamentales: un trabajo estable, una
relación de pareja, un hogar y el inicio de una nueva familia.
La cuestión es que no todos tomamos medidas al respecto. Y es que, cuando has
dedicado tiempo y esfuerzo a crearte una cierta estabilidad, no sólo te desafía
y te da miedo hacer cambios que pudieran echar a perder todo lo construido
hasta ahora, si no que, además, probablemente ni si quiera sepas qué quieres realmente, y si lo sabes,
no sabes por dónde empezar, que cambios ejecutar, que habilidades aprender o
mejorar; por ejemplo, Inteligencia Emocional, Liderazgo, en fin, un sinnúmero
de habilidades indispensables al momento de emprender el camino de un cambio
personal.
Apreciado lector en este artículo vas averiguar si lo
que te pasa es que realmente necesitas hacer un gran cambio en tu vida, o si tu
desidia actual tiene que ver con alguna otra cuestión.
LAS 8 SEÑALES DE QUE NECESITAS UN CAMBIO EN TU VIDA:
#1. Hace mucho que no sientes ilusión, ni motivación.
Sientes que ya sabes lo que va a pasar cada nuevo día
y cada nueva semana. Tus jornadas son un compendio de actividades/ocupaciones que no te generan satisfacción
personal compromisos personales y profesionales de esos que no te
motivan, que haces porque tienes que hacerlos. Porque son parte de tus
responsabilidades laborales…
#2. Echas de menos aprender/descubrir cosas
nuevas.
El día a día se ha convertido en rutinario. Ya no hay sorpresas, tu capacidad por descubrir
y reinvertirte ha disminuido significativamente, al menos de las que te hacen
ilusión.
Ya eres todo un experto en tu tipo de vida. Está todo
más o menos controlado, quitando algunos problemillas típicos del trabajo o la
vida personal, todo lo demás es conocido y no estás pudiendo desarrollarte más
allá de lo que has alcanzado hasta ahora.
#3. Sientes mucho vacío interior.
Tienes lo que se supone que debías conseguir en tu
vida, pero por alguna razón, esto no es suficiente. Falta algo. No sabes muy bien qué es. Falta
significado, falta propósito, falta Equilibrio y Emociones constructivas.
Últimamente le das vueltas a la idea de que: «la vida debe de ser para algo más que
cumplir con el trabajo y con las responsabilidades diarias».
#4. Te sientes «desaprovechado/a».
Piensas que podrías aportar mucho más. Que
podrías sacar a la luz otras
facetas tuyas que por ahora no encuentran la forma de expresarse.
Sientes que no estás viviendo plenamente «quién eres», que tu estabilidad
aplasta literalmente parte de tu talento y de tus capacidades, además de tu
personalidad.
#5. Fantaseas con otro tipo de vida.
Sigues a algunas personas en redes sociales que tienen
vidas totalmente diferentes a la tuya. Ves lo felices y entusiasmados que están
y sientes una mezcla de envidia y
admiración, al mismo tiempo.
Te gustaría experimentar una vida mucho más
significativa, lleno de experiencias, viajes, aventuras, pero sobre todo
disfrutar de la vida y aportar valor a tu entorno.
#6. Te sientes perdido, no sabes qué
dirección tomar.
A veces, piensas «quiero hacer un gran cambio porque
ya no soporto más esta rutina diaria», pero al instante siguiente te olvidas
del asunto porque llegas a la conclusión de que, en realidad, no sabes hacia
dónde dirigir tu vida.
Todavía no
has descubierto qué es lo que quieres, ni qué otras opciones hay
ahí fuera para ti.
#7. Hay un área de tu vida que empieza a ser
insostenible para ti.
Puede que sea el trabajo lo que cada día te cuesta más
sobrellevar. Quizás cada nueva jornada laboral es un nuevo cúmulo de apatía,
irritabilidad, vacío interior y ansiedad.
Piensas una y otra vez en dejarlo, pero como no tienes
claro qué hacer después, pospones
esa decisión sin cesar, hasta el punto en que te acercas peligrosamente
a una situación de «Burn Out» (estar quemado en el trabajo).
Una Señal adicional, intentas buscar ayuda
externa, viendo videos o leyendo artículos de crecimiento y desarrollo personal.
Te has convertido en un «devorador» de tips y consejos
para cambiar de vida, para hacer un trabajo interior, para gestionar emociones.
Pero la cosa se queda ahí. Sabes que necesitas un cambio,
piensas que video o leyendo contenido de crecimiento personal te rescatará de
tu vacío, pero a la hora de la verdad no implementas cambios reales y significativos en tu vida. Todo
sigue prácticamente igual y tú siente cada vez más apatía.
¿Te has sentido identificado/a?
Si es así, la respuesta está clara: necesitas hacer un
gran cambio en tu vida, de una vez por todas.
Lo que pasa es que no sabes por dónde empezar, no sabes qué es lo que realmente
quieres, y si lo sabes, te da un miedo tremendo dar el primer paso por miedo a
equivocarte y perder todo aquello por lo que habías luchado.
Te entiendo perfectamente. Y no porque lo haya
estudiado o leído en un libro, sino porque lo he vivido en mí y en mis clientes.
En cierto modo acabo de relatarte en este artículo mi vida de hace unos años.
¿Qué cómo logré crear una vida con significado y que
me llené cada día?
Empezando por lo primero y principal: RECONOCER Y TOMAR LA DECISIÓN DE QUE
NECESITAS UN CAMBIO EN TU VIDA
Ese es el primer paso.
Parece una tontería, pero no lo es en absoluto.
Tomar una decisión es mucho más que tener un anhelo.
Es iniciar un viaje hacia la concreción de ese deseo para convertirlo en
realidad.
Algo
que me ayudo profundamente a tomar acción y empezar con mi proceso de mejora
integral fue indudablemente aprender a gestionar mis emociones para usarlas a
mi favor.
La
Inteligencia Emocional me permitió tomar el control total de los cambios que quería
concretar en mi vida.
Y tú, ¿has tomado ya tu
decisión?
Si es así, te recomiendo la Formación
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Psi. Rayan Muepaz
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