¿Cómo Aprender a Ser Constante?
“No necesitas
fórmulas mágicas para lograr tus metas, lo que necesitas es ser constante"
Si eres una persona de esas a las que les cuesta
mantener la constancia. Si hay veces que no logras vencer la pereza. Si te
gustaría ser más disciplinado y te preguntas constantemente cómo tener más
fuerza de voluntad este es el artículo que cambiara tu forma de abordar tus
problemas de constancia.
Cómo Aprender a Ser Constante
Los diarios personales están
llenos de propósitos y sueños sin cumplir. Los gimnasios están llenos de
clientes que no van al gimnasio. Y tú seguramente estás leyendo este post porque
estás lleno de ganas de cambiar tu vida, pero te cuesta ser constante y perseverar
en tu camino hacia tus metas.
Soy Rayan Muepaz psicólogo experto en Coaching y Optimización Humana Integral, y si este es tu caso no te preocupes,
la constancia es algo que a todos nos cuesta, y por eso en el artículo de hoy
voy a tratar de insuflarte una gran dosis de motivación, además de 5 estrategias
que te ayudarán a mantener y propiciar tu constancia a largo plazo para que
puedas, por fin, crear tu nueva vida.
¿Por qué cuesta tanto ser constante?
Todo empieza en Año Nuevo,
cuando te dices que este año va a ser diferente. Que esta vez te vas a
comprometer a tope con tus nuevos propósitos y que hoy, día 01 de enero, será
el primer día de tu nueva vida.
Pero antes de llegar al fin
de mes ya te das cuenta de que has vuelto a caer en tu estilo de vida de
siempre. Ni gimnasio, ni nuevas rutinas, ni metas logradas, ningún cambio
significativo a la vista.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué
cuesta tanto ser constante? ¿Qué te impide ser más disciplinado?
Veamos primero, qué es lo
que pasa para que tomes conciencia más clara y consistente de estos obstáculos:
Obstáculo # 1
En primer lugar, debes darte
cuenta de que vivimos en una sociedad de la píldora mágica de la felicidad que,
a través del marketing y la publicidad online, trata de facilitarte que
consigas lo que quieres de un día para otro. Que quieres bajar de peso, entras
a una tienda online y al día siguiente te aparecen en la puerta de tu casa con un
sinnúmero de accesorios para que consigas “perder peso” sin tener que esforzarte
verdaderamente.
Esto a muchos nos ha hecho
un débil favor. Ya no sabemos muy bien lo que es conseguir las cosas por
nosotros mismos. Y mucho menos sabemos lo que es, darle tiempo a las cosas para
que sucedan.
Obstáculo # 2
Esto me lleva al segundo
punto. Debes comprender que la súper motivación o casi diría “excitación” que
sientes cuando te propones un nuevo objetivo o estilo de vida, solo dura unos
días. Quiero decir que, una vez pasa la primera semana desde que te comprometes
a lograr tu nueva meta, la motivación va a decaer y eso hará que la pereza o la
incomodidad sean más difíciles de atravesar. Así que te toca aprender a
encontrar nuevas fuerzas o actitudes que te ayuden a mantener tu constancia.
Obstáculo # 3
En tercer lugar, todos los
seres humanos tenemos una tendencia natural a ahorrar energía y así garantizar
nuestra supervivencia. El problema es que, aun cuando esa supervivencia ya está
garantizada, seguimos aferrándonos a la ley del mínimo esfuerzo.
Obstáculo # 4
También tenemos tendencia
natural a buscar el placer, mientras huimos del displacer o dolor. Esto hace
que, aún cuando sabes que tu meta te va a traer mucho más placer cuando la
logres que quedarte en el sofá viendo Netflix, en los momentos de mayor pereza
el ahora te ganará la batalla.
Obstáculo # 5
Y, por último, si sigues
viviendo en un entorno de tentaciones o distracciones, será muy difícil que a
corto o medio plazo no abandones por completo tu meta. Yo siempre digo que no
se trata de resistirte a las tentaciones sino de alejarte de ellas. Si te
aseguras de no tenerlas cerca te ayudas a seguir enfocado en tus objetivos.
Bien, una vez que tienes a
la vista estos obstáculos, vamos a ver más específicamente qué puedes hacer
para mantener la constancia en tu día a día.
Estos son las 7 estrategias
que debes asegurarte de usar cuando la ocasión lo requiera:
#1. Ten un buen motivo para lograr eso que te has
propuesto. Uno que sea realmente importante para ti.
A veces nos proponemos metas
o cambiar nuestras vidas porque acabas de ver a tu instagramer favorita
hacerlo, o porque de pronto ves algo que se antoja muchísimo, pero no tienes un
verdadero “por qué esto es importante para mí”. Así que todo empieza aquí.
Asegúrate de que haces las cosas por una cuestión importante, tan importante
para ti que sabes que no puedes permitirte no lograrlo. Y tenlo presente cada
día. Hay que se hace recordatorios en el móvil, o quién se lo escribe en un
cartel grande en el espejo del baño, etc.
#2. Elige tu
Batalla. No vayas a por más de 1 objetivo, hábito o cambio a la vez. Elige uno.
Elige aquello que más pueda
ayudarte a lograr lo que te has propuesto. Ya es suficiente trabajo tratar de
lograr ser disciplinado con algo nuevo, como para hacerlo con muchos objetivos
a la vez. No seas kamikaze y enfócate en librar tus batallas de una en una.
#3. Prográmate. Ten programado espacios de tiempo para
dedicar a este objetivo y respétalos.
Así evitarás todas las excusas
del tipo “es que no me dio tiempo”, “es que tenía muchas ocupaciones”, “es que
me cuadró con una reunión”. Prográmalo todo con mucha antelación en tu agenda y
conviértelo en algo sagrado. Todo lo demás tiene que ser movible con respecto a
este objetivo que es tan importante para ti.
#4. Ten a la vista tu meta en el largo plazo, pero
enfócate en el presente de qué es lo que debes hacer en cada momento. Avanza 1 día
a la vez.
Sigue tu programación sin
mirar hacia todo lo que te queda por hacer o conseguir. Debes poder enfocarte
en el día a día, sino te desinflarás y querrás abandonar. Así que, te levantas,
miras tu agenda y actúas.
Por ejemplo, hoy me toca salir
20 minutos a correr, bien, primer paso, ponerme los tenis (y te enfocas en
ponerte los tenis, no en la pereza que tienes de ponerte a correr), luego coges
tu bolsa de deporte y sales de casa (enfócate solo en eso), luego subes a la
calle y te dices, ok solo 3 minutos de caminar lento para calentar, y te
enfocas en eso, no en correr, y verás como cuando llega el momento de correr
estarás ya mucho más enfocado para hacerlo.
Lo mismo si se trata de
empezar a dar charlas en público. Primero te enfocas en elegir un tema (no en
tu charla), luego te enfocas en hacer tu guión (no en la charla), etc, etc,
etc.
Esto me lleva a lo
siguiente…
#5. Actúa primero, piensa después. Se trata de que no le
des cancha a tus pensamientos y sensaciones cuando estos inician un diálogo de
renuncia o autosabotaje.
Me refiero al típico locus
mental como “ hoy me da pereza hacerlo, no pasa nada porque lo deje pasar hoy
también”, “no, hoy no es mi día, no debería ir, total no lo voy a hacer bien”,
“qué pereza tengo hoy, y este capítulo está súper interesante, ¿y si no hago
nada hoy?” Lo debes hacer para ser constante es aprender a reconocerlo antes de
que se haga convincente. Se trata de que en cuanto inicie, lo cortes y actúes.
Porque ya sabes de sobra qué pasa si empiezas a postergar lo que sabes que
debes hacer.
#6. Jamás abandones solamente porque hayas fallado un
día, una semana o un mes. Es normal que en el camino hacia tu nuevo hábito u
objetivo, falles.
Pero el no haber cumplido
una vez, o dos, o tres, o las que sean, no es excusa para dejarlo. Esto es
típico de los gimnasios, como llevo 2 semanas sin ir, pues ya no voy nunca más.
NO. Para poder ser constante, te toca aprender a incluir los fracasos como
parte esencial e inevitable de tu camino hacia tus metas. Lo único que te
indica el fracaso es que todavía te faltan cosas por aprender. Aprender a
alejarte de tus distracciones, aprender a actuar antes de pensar, aprender a
enfocarte en 1 día a la vez, etc.
Así que tente paciencia, sé
compasivo contigo mismo y date ánimos para volver a intentarlo al día siguiente.
Necesitas convertirte en tu mejor amigo, en tu Mejor Aliado, de esos que cuando lo necesitas te ayudan a
encontrar las respuestas que buscas, te apoyan y animan para motivarte a seguir
adelante.
Y si ya hace varios días o
incluso semanas que no te pones de nuevo con tu meta, te toca enfadarte contigo
mismo. Enfádate porque estás dejando que la pereza sea la que gobierne tu vida
en lugar de ti mismo. Enfádate porque no estás honrando tus decisiones ni tus
sueños. El enfado es una de las mejores emociones para pasar a la acción.
#7. Conócete. Analiza qué te funciona y qué no. Si hay
algo que realmente te bloquea mucho y no te permite ser constante, ¡analízalo!
Si hay algo que te bloquea
es creer que no eres capaz de cumplir lo que dices, pero es que, yo sé que eres
capaz, estoy convencido de ello, es sólo que te has acostumbrado a lamentarte y
ponerte excusas en lugar de usar tu privilegiado cerebro.
Cada vez que fracasas tienes
la oportunidad de ver qué es lo que falló. Quizás es que a esa hora no tienes
la energía que necesitas para tomar acción, trata de hacerlo más temprano
la próxima vez y organiza tu agenda.
Para ser constante debes
conocerte. Prestar más atención en ejecutar primero lo fácil, probar distintas
fórmulas y quedarte con la que menos fricción te produzca. Así como qué te funciona
para atravesar esa fricción los días más difíciles o de mayor pereza.
Conclusión
En definitiva, mi apreciado
lector, recuerda que Honrar tus decisiones y Respetar tus Objetivos, es un acto
de Amor Propio. ¿Quieres más amor propio, quieres más confianza y seguridad en
ti mismo, quieres ser más feliz? Hónrate haciendo lo que tienes que hacer para
lograr la vida que quieres.
Recibe un abrazo de mi parte.
Psi. Rayan Muepaz
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