EL ARTE DEL AMOR PROPIO

 

Alguna vez has escuchado o leído, que para alcanzar el verdadero éxito sólo deberás quererte a sí  mismo, y que si te quieres lo suficiente conseguirás todo lo que te propongas en la vida, y en parte es verdad, pero mucha gente no entiende el mensaje, creen que con mirarse al espejo y repetir cosas bonitas de lo “valiosos” que son o recitar autoafirmaciones hasta perder el juicio o  visualizar constantemente las cosas que desean, etc, es suficiente.

Y la verdad es que algunas de estas cosas no están mal, pero NO es suficiente. ¿Por qué?, porque quererte implica mucho más que eso. Quererte es dejar de soñar que avanzas y empezar a avanzar hacia tus sueños, es no proponerte nada que no sea específico o no dependa de ti. Quererte es no juzgarte jamás por algo que no has elegido, ni permitir que te haga sentir bien o mal. QUERERTE es ir reemplazando tus sueños por objetivos específicos, acciones reales.

De verdad, ¿Te quieres?

Pues no esperes que nadie te elija, en lugar de ello, sé el elegido que se elige a sí mismo, a fin de cuentas, quererte es creer en tu capacidad cuando nadie más lo hace. Es apostar por ti  cuando el mundo te da por muerto y concebirte como un producto capaz de revolucionar el mundo y preguntarte, ¿Qué puede ofrecer dicho producto, que ningún otro puede?, y empieza a cultivar esa diferencia, TU VALOR PERSONAL.

Cuando te quieres sabes que has plantado una semilla, donde los demás sólo ven tierra revuelta, debiendo cuidar, regar y abonar esa semilla como si hubieras perdido el juicio. Quererte es tratarte como un exclusivo artículo de lujo, desde su creación hasta el empaquetamiento y la presentación, además, quererte significa tomarte muy en serio tu propia opinión, más que ninguna otra. Sobre todo, cuando es una opinión sobre ti.

¿Tienes un camino? 

Quiérete haciéndolo un poco más agradable y estimulante cada día. Si aún no lo tienes, quererte es crearlo, porque para quererte deberás vivir por algo que te estimula a ti, NO a tu familia, tu pareja o a tus amigos.

Quererte es trabajar en lo que te gusta. Si no puedes, descubre un camino que te lleve a ello. Pero, ¿y si fracaso?, quererte es también reconciliarte con el fracaso y dejar de llamarlo fracaso y empezar a usar su nombre real, maestro.

Quererte es reconocer aquello que te importa de verdad y centrarte en ello, y empezar a descuidar aquello que sólo te distrae. Cuando te quieres empiezas a cultivar un orgullo que se alimenta de lo que haces, de lo que creas, y empiezas a abandonar ese ego que se basa en lo que tienes, en lo que otros piensan o en lo que el mundo te da. De hecho, quererte es tener principios y vivir de acuerdo a ellos, porque un día podría ser todo lo que te quede.

Por eso, al quererte cultivas un poder que nadie puede quitarte, si algo o alguien más allá de ti puede arrebatartelo, desconfía; eso significa que no te quieres lo suficiente. Quererte es gustarte a muerte. Es enamorarte de tu reflejo.

Quererte es cuidar a quien cuida de ti. Empezando por ti. ¿Te quieres?, pues empieza a forjar hábitos de acero que te lleven lejos. Porque quererte,es NO acostarse nunca sin haber intentado algo grande es haber trabajado en tus sueños, antes de irte a descansar.

Y lo más importante, Quererte es dejar siempre tu entorno y a los que habitan en él mejor de lo que te lo has encontrado. Porque NO puedes quererte y a la vez no querer todo lo que te rodea. Por eso, quererte es contaminar de valor todo aquello que tocas. Y, ¡por favor!, aprovecha el tiempo. Porque, Quererte es entender que el tiempo es lo más Valioso, para realizar acciones que te permitan encontrar el sentido de la vida. Quererte no es correr es caminar con pasos firmes, aprendiendo y disfrutando del proceso. 

Y, por último. ¡QUERERTE ES TENER CLARO QUE VAS A TRIUNFAR O MORIR INTENTÁNDOLO!

Rayan Muepaz

Psicólogo y Escritor

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