viernes, 30 de abril de 2021

AUTOCUIDADO, ¿QUÉ ES Y COMO NOS BENEFICIA?

En la actualidad resulta muy común escuchar expresiones sobre el “auto – cuidado”, pero casi nunca nos ponemos a pensar sobre su verdadero significado y sobre el impacto que puede generar en nuestra vida

Apreciado lector, el día de hoy te explicaré la importancia del autocuidado, qué significa y cómo practicarlo para mejorar nuestro estilo de vida.

Si estás listo para aventurarte a la información, comencemos.

¿Qué es el autocuidado?

Podemos pensarlo desde el sentido común como el acto de cuidarnos a nosotros mismos y creer que es muy fácil lograrlo. Tal vez pensamos que lo hacemos todo el tiempo, al menos desde que vamos desarrollando la capacidad de ser independientes. 

Sin embargo, desde el punto de vista de la salud mental, no siempre nos detenemos a sentir, pensar y conectar con lo que realmente nuestro interior nos demanda. Es común escuchar a pacientes que presentan cierta dificultad en identificar lo que quieren, necesitan y ni qué decir de lo que desean. 

Pareciera que vivimos inmersos en la colectividad social, claro, como seres humanos es importante interactuar con los demás. Pero, a veces es difícil ubicar la delimitación de reconocernos a nosotros mismos y no quedarnos solo en el sitio de agradar a los otros.

De pronto escuchamos también a los pacientes decir “voy a terapia porque está de moda”, “si no dan like a mis post, me siento mal”, “no sé lo que quiero, nunca lo he pensado”. Nos resultaría muy valioso el saber cómo podemos cuidarnos y conectar con nuestro interior, conocernos y adentrarnos en nuestra propia vida. 

Es necesario mencionar y revisar otros términos que llevan al “autocuidado” y están relacionados con el YO, me refiero sobre todo al autoconocimiento y a la autoestima que forman parte integral y que le dan mucha razón de ser al autocuidado desde la psicología.

¿Cómo vamos a cuidar de nosotros mismos si no nos conocemos ni nos queremos? 

Tal vez esa pregunta es en sí misma una respuesta. Pero ¿cómo?, acaso no somos nosotros mismos lo más importante, en qué momento me convertí en mi propio verdugo… El autoconocimiento nos acerca a nuestra esencia, nos permite mirarnos sin filtros, a ver fortalezas y debilidades. Si logramos conocernos y aceptarnos tal y como somos, podremos saber también lo que nos hace sentir bien, podremos propiciarnos bienestar y lograr una evolución hacia lo que Queremos SER…

Ahora bien, la autoestima es quizá una palabra muy escuchada en nuestro día a día, pero ¿cuánto nos queremos en realidad? Tendemos a no sentirnos lo más importante para nosotros mismos, por lo regular no solemos ser amables hacia lo que somos y hacemos. Pareciera que no nos cuidamos, ni nos queremos y esto nos va a limitar en nuestro autocuidado.

La excelente noticia es que eso lo podemos revertir a través de un trabajo psicoterapéutico, que por supuesto está a tu alcance en Nueva Psicología. Si somos capaces de brindarnos autocuidado y obtener autoconocimiento, nuestra autoestima será la adecuada, además podemos adquirir posibilidades infinitas que nos harán modificar actitudes y hábitos para una vida más plena.

¿Cómo puedo practicar el autocuidado? 

Existen diversas áreas en el autocuidado, todas complementando el fin común. Como mencioné arriba, un trabajo de psicoterapia, es lo ideal en el acompañamiento del autocuidado emocional, son muchísimas las ventajas que podemos lograr cuando nos atendemos y permitimos a un profesional ser un aliado en nuestra mejora integral.

También tenemos el autocuidado físico, en el cual podemos apegarnos a horarios acordes a nuestro estilo de vida, que incluyan una dieta balanceada y saludable, practicar alguna actividad deportiva, caminar, practicar una disciplina, etc.; hidratarnos, tener una adecuada higiene de sueño, meditar, practicar alguna actividad artística, leer un buen libro, en fin, tenemos posibilidades infinitas, ya que cada uno de nosotros sabemos que nos hace bien…

Otra forma es el autocuidado social, podemos también rodearnos de personas que nos aporten en diferentes áreas de nuestra vida y nos ayudan a crecer como personas. Esos vínculos que nos motivan e impulsan, que sinceramente se interesan por tu bienestar. 

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

Fundador del Proyecto Nueva Psicología

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Sitio Web: https://rayanmuepazrm.wixsite.com/website

WhatsApp: https://wa.link/5ipio5 



domingo, 25 de abril de 2021

ESCRITURA TERAPÉUTICA, ¿QUÉ ES Y CÓMO PUEDE BENEFICIARNOS?

 Para nadie es un secreto que la escritura presenta numerosos beneficios para quien la practica, escribir puede significar una gran ayuda a nivel cognitivo y emocional.

En la década de los 60, Ira Progoff, psicoterapeuta estadounidense se dio cuenta de que los beneficios de la escritura podían incorporarse a la terapia psicológica y creó el método del diario intensivo y, con ello, abrió la puerta a la escritura terapéutica, una práctica cada vez más común en las consultas a nivel global.

Tras comprobar que aquellos pacientes que llevaban un diario progresaban más rápidamente y mejor que aquellos que no lo hacían, Progoff decidió incorporar el diario a sus terapias:  el profesional les decía a sus pacientes que tenían que escribir su diario en un archivador, para así poder separar más fácilmente los diferentes aspectos de la vida a la hora de escribir sobre sus problemas.

Desde entonces, multitud de psicólogos y terapeutas han incorporado la escritura a sus procesos terapéuticos y los beneficios han sido significativos, ayudando a afrontar los problemas con mente fría, a encontrar soluciones e incluso mejorar sus relaciones interpersonales. Además, elimina los obstáculos emocionales que en ocasiones te impiden expresarte a viva voz y permite una expresión más pura, sin ningún tipo de autocensura.

Apreciado lector si no se te da bien escribir, no te preocupes: la escritura terapéutica no tiene nada que ver con la literatura. No importa en absoluto la forma que tienes de escribir, porque lo fundamental está en el fondo, en aquello que escribes, más que en como lo haces. Cualquiera puede llevar a cabo ejercicios de escritura terapéutica y absolutamente nadie te juzgará si lo que escribes no es perfecto.

Los beneficios de la escritura terapéutica

Ya hemos enumerado algunos de los beneficios que tiene la escritura terapéutica, pero la lista es casi interminable. Su poder es tal que suele utilizarse en la recuperación con aquellos pacientes que sufren trastorno de estrés postraumático y trastorno depresivos.

En primer lugar, escribir puede servirte de desahogo, como método para expresar aquello que no te atreves a contarle a nadie por miedo al qué dirán o simplemente por no querer cargarles con tus problemas. Quizás, si has acudido alguna vez a terapia, te hayas bloqueado al intentar contar a tu psicólogo lo que ocurría. O quizás no eres capaz de pedir ayuda a tu familia porque no sabes cómo expresar tus problemas. En ese caso, escribir te ayudará a expresarte libremente sin que nadie pueda verlo en primera instancia y quizás usar lo que has escrito como guión pueda ayudarte a verbalizarlo más adelante.

Además, el hecho de anotar tus problemas y tus emociones te permitirá tomar perspectiva al leerlo y actuar con objetividad. Cuando lees lo que has escrito, podrás ver los obstáculos como si de un espectador se tratara y tomar decisiones para solucionarlos sin verte sometido al ardor de las emociones. Esto te permitirá entrenar tu inteligencia emocional, esa capacidad que te permite ponerle nombre a los sentimientos y aprender a manejarlos en consecuencia.

¿Cómo practicar la escritura terapéutica?

1. Escribe una carta para tus días malos

La clave de este ejercicio es, precisamente, sentarte a escribir en un buen día para que más adelante puedas hacer frente a los días malos. Así, podrás recordar cuando estés falto de ánimos que hay motivos para seguir adelante y que el sol volverá brillar más pronto que tarde.

Haz un hueco en ese día en el que te sientes especialmente feliz, despeja el escritorio y siéntate a escribir una carta dirigida a ti mismo. Escribe todo eso que desearías escuchar en tus peores momentos: enumera tus logros, recuerda momentos bonitos, repasa la lista de personas que te acompañan día a día y que hacen tu vida un poco mejor…

Nadie te conoce mejor que tú mismo, así que escribe eso que sabes que te animarán. Cuando te sientas bajo de ánimos, esto te ayudará a ver los problemas con perspectiva, sabiendo que puedes superar los momentos difíciles.

2.  Vacía tus pensamientos

Esta técnica, comúnmente conocida como escritura automática, es seguramente la más fácil de todas.

No hay más reglas que coger papel y lápiz y escribir absolutamente todo lo que se te pase por la cabeza, sin pararte a pensar dos veces en si lo que estás escribiendo tiene sentido. Ni siquiera importa si escribes una sucesión de frases sin conexión aparente, lo único que importa es escribir.

Este ejercicio te ayudará a deshacerte de tus preocupaciones, a dejar la mente en blanco y a poner orden entre tus pensamientos: una vez escritos, será más sencillo separar aquello que es importante y desechar absolutamente todo lo demás.

3.  Escribe un diario, pero apunta solo lo positivo

En este diario te permitirás escribir todas las actividades de tu día a día.

El objetivo de esta práctica es cambiar el enfoque con el que afrontas tus días, haciéndote ver la cantidad de cosas buenas que pasan a tu alrededor. Al principio te costará, no lo dudes, por eso tienes que poner a trabajar todos tus sentidos.

Escribir el diario te ayudará a prestar atención a lo que ocurre a tu alrededor y, por lo tanto, te permitirá salir de los pensamientos destructivos. Además, gracias al diario descubrirás infinidad de cosas positivas que te harán afrontar la vida de mejor manera.

4.  Escríbele una carta a aquello que te ha hecho daño

Seguramente haya episodios que lleves guardados en la mochila desde hace mucho tiempo y, aunque durante la mayor parte del tiempo tratas de sobrellevarlos, en ocasiones te atacan con sus recuerdos y amenazan con sumirte en angustia y desesperanza.

Coge un papel y escríbele una carta a aquella persona que te hizo daño. Hazlo desde la rabia, desde el perdón o desde el dolor, no importa. Lo importante es que le expliques cómo te hizo sentir y por qué.

Hacerlo te ayudará a ver tu dolor con perspectiva y te servirá como un efectivo desahogo. Después, puedes quemar esa carta, romperla o incluso entregársela a esa persona si quieres que entienda el daño causado.

5.  Escribe sobre tus metas

Escribe sobre lo que te gustaría SER y HACER de tu vida.

Este ejercicio te ayudará a tomar perspectiva y te dará ánimos para conseguir aquello que tanto quieres lograr, puesto que te será más fácil alcanzarlo si antes has despejado el camino.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

Fundador del Proyecto Nueva Psicología

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martes, 20 de abril de 2021

LA CRISIS DE LA SALUD MENTAL EN LOS MAS JÓVENES

 

El 2020 ha supuesto un punto de inflexión para casi cualquier aspecto de las vidas de todo el mundo, incluida la salud mental y emocional. Aunque las restricciones y el miedo provocados por la pandemia han afectado a todo el mundo, sin importar su procedencia, su riqueza, ni su edad, el impacto de esta sobre la salud mental de los más jóvenes ha sido especialmente notable. Los meses sin escuela, sin amigos, sin ocio y sin siquiera disfrutar del aire libre pueden llegar a suponer un obstáculo para el correcto desarrollo de la personalidad de niños y jóvenes, que se han visto obligados a enfrentarse a un mundo cambiante sin contar con las mismas herramientas que los adultos.

En este contexto, no es de extrañar que los investigadores se hayan lanzado a estudiar los retos a los que se enfrenta la salud mental a día de hoy y que, como resultado, cada día aparezcan más informes que versan sobre este tema. Es el caso de Mental Health of Children and Young People in England, 2020, una investigación publicada por el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, que arroja datos poco tranquilizadores sobre el estado de salud de los más jóvenes.

Los datos sobre la salud mental de los jóvenes

El estudio compara los datos de 3.570 jóvenes a los que se entrevistó en 2017 por primera vez, y de nuevo en 2020, con el objetivo de conocer la evolución de su salud mental. En el rango de edad que va de 5 a 16 años, 1 de cada 6 jóvenes presentaron problemas de salud mental; en comparación, en 2017 la cifra bajaba hasta 1 de cada 9 jóvenes. Entre los más mayores del estudio, de entre 17 y 22 años, las mujeres presentaron un 27,2% de probabilidades de presentar un problema psicológico, frente al 13,3% de los hombres.

El insomnio es uno de los trastornos mentales que más afecta a los jóvenes con problemas de salud mental, puesto que el 58,9% de los encuestados afirmó tener problemas para dormir. Esta cifra crece entre los jóvenes de 17 a 22 años (69,6%), pero sigue siendo preocupante entre los jóvenes de 11 a 16 años (50,5%) y los niños de 5 a 10 años (52,5).

Aunque estos datos pudieran parecer normales, fruto del estrés creciente que va aumentando con la edad, los sujetos del estudio que presentaron problemas de salud mental lo tiene claro, el confinamiento ha empeorado sus vidas.

No obstante, los problemas de salud mental no son patologías aisladas que responden solo al efecto de la pandemia: aquellos niños cuyos padres experimentaron angustia psicológica tenían más problemas de salud mental que aquellos cuyos padres no experimentaron angustia psicológica, el 30,2% frente al 9,3%.

También la fluidez económica tiene efectos sobre la salud mental: la cifra de niños con problemas de salud mental que tenían problemas financieros en su hogar era de un 16,3%, frente al 6,4% de niños con problemas de salud mental, pero sin problemas financieros.

Pese a los trastornos psicológicos son un problema creciente, el 21,7% de los jóvenes con problemas de salud mental de entre 17 y 22 años no buscaron ayuda psicológica debido a la pandemia.

Aunque es necesario tomar precauciones para evitar el contagio de Covid-19, también es importante recordar que no es la única enfermedad capaz de afectar a la población en estos tiempos tan difíciles. Es necesario crear conciencia en torno a la importancia de la salud mental, para así evitar que quienes sufren de problemas psicológicos lo hagan en silencio y sin ayuda, arriesgándose a que su situación empeore.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

Fundador del Proyecto Nueva Psicología

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domingo, 18 de abril de 2021

HERIDAS DEL ABANDONO, ¿Cómo afecta en la Adultez?

 

En nuestra edad adulta podemos manifestar pensamientos y comportamientos que afectan nuestro bienestar físico o mental, muchas veces estos pueden ser causados por heridas del pasado, por abandono que sufrimos durante la infancia.

Apreciado lector, en este artículo te contaremos más sobre las heridas de abandono y cómo pueden llegar a afectarnos en nuestra edad adulta.

¿Qué son las heridas por abandono?

Son los efectos que nos deja vivir un abandono a temprana edad, este puede ser físico o emocional y se da por parte de nuestros cuidadores principales. 

El abandono físico puede darse de distintas maneras:

 Por fallecimiento de nuestros progenitores o cuidadores principales.

Cuando se da al hijo en adopción.

Cuando otro bebé en la familia acapara toda la atención.

Ausencia física de los cuidadores principales por el trabajo o responsabilidades. 

Cuando una enfermedad física o mental le impide al progenitor hacerse cargo de su hijo. 

En cuanto al abandono emocional se produce cuando el niño siente que sus padres son distantes o inaccesibles a nivel emocional, esto se puede dar porque los cuidadores no tienen las herramientas necesarias para cuidar de ellos y menos de sus hijos. O porque presentan alguna dificultad en relación a su salud mental que les impide estar emocionalmente presentes. 

Por lo general, se producen las heridas del abandono cuando es el progenitor del sexo opuesto quien abandona, o es frío emocionalmente y le hace sentir al niño que no es querido o aceptado. 

¿Cómo nos afectan de adultos las heridas por abandono?

Las heridas en la infancia generan máscaras, que son usadas por la persona como un método de protección inconsciente y automática. La máscara de las personas con heridas de abandono, generalmente se relacionan con la dependencia emocional. Mientras más grande sean las heridas por abandono mayor será la dependencia emocional que se presente. 

Esta dependencia se manifiesta mediante carencias afectivas, que se intentan llenar con otras personas, y la manera en la que se establecen relaciones se caracteriza por ser:

Desadaptativa.

Desproporcionada.

Patológica.

Además, se manifiesta ansiedad, dolor y desasosiego en tales relaciones. Se establecen vínculos a partir de la necesidad, y la persona no puede ser funcional sin esos vínculos. Además, la persona que ha vivido el abandono usualmente tiene la necesidad constante de aprobación externa para sentirse bien consigo mismo o saber que está actuando de forma correcta. 

Síntomas de las heridas por abandono

Como toda herida, las producidas por el abandono generan una serie de síntomas, te contamos algunos de ellos:

Victimización o tendencia a cumplir el rol del salvador.

Necesidad de tener apoyo constante y reforzamiento.

Sentimiento de que el otro no nos quiere lo suficiente.

Miedo al abandono.

Búsqueda constante de atención.

Altibajos emocionales.

Otros síntomas son los pensamientos obsesivos y/o conductas desreguladas que utilizar para calmar el temor a ser abandonados. 

¿Qué hago si tengo estos síntomas?

Si te has identificado con este artículo y con los síntomas que mencionamos, lo mejor es que busques ayuda de un profesional. Un psicólogo puede ayudarte a superar los efectos de las heridas por abandono, explora en nuestro sitio web y encontrarás muchísimos profesionales dispuestos a ayudarte. 

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

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sábado, 10 de abril de 2021

AMOR PROPIO, ¿Qué es y Cómo fortalecerlo?

 

Un aspecto muy importante para nuestra vida y crecimiento personal, es sin duda alguna el amor propio. De seguro has escuchado mucho sobre él, pero no siempre queda claro qué es o cómo generarlo en nuestra vida. En ocasiones no es fácil cultivarlo o fortalecerlo, y esto puede tener un impacto en distintas áreas de nuestra vida. 

Apreciado lector, en este artículo abordaremos más sobre este concepto y algunos pasos para empezar a cultivar tu amor propio.

¿Qué es el amor propio?

El amor propio es el aprecio por uno mismo, se relaciona con la aceptación y respeto que nos tenemos, se observa a través de las acciones o conductas que tenemos con nosotros mismos para cuidarnos a nivel físico o mental.

Además, se relaciona con el Valor Personal, el autoconocimiento y el ser conscientes de nuestras necesidades, así no sacrificamos nuestro bienestar por otros y sabemos poner límites hacia personas y situaciones nocivas, buscando siempre nuestra mejora integral. El amor propio está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, tiene relación también con nuestros principios y objetivos de vida.

El amor propio NO significa aceptarnos como somos, al contrario, el amor propio nos permite construirnos en lo que queremos ser, aceptando nuestras debilidades y optimizando nuestras habilidades y talentos, las cuales nos permitan alcanzar un estilo de vida saludable, ¡Ojo! esto se puede ver distinto para cada persona. Es importante conocer cómo queremos que sea nuestra vida.

¿Qué hacer?

Como mencionamos, el amor propio se puede ver de forma distinta para cada persona, ya que cada uno se percibe e interpreta su vida de una forma diferente. Sin embargo, hay ciertas características generales que hoy te compartiremos para fortalecerlo. 

1. Conócete

Date el tiempo para preguntarte realmente quién eres, cómo te gustaría vivir tu vida, qué te gusta o qué no, cómo prefieres pasar tu tiempo, qué metas tienes a corto, mediano y largo plazo, cómo son las relaciones que tienes o qué disfrutas de ellas. Darnos un tiempo en nuestra vida para pausar de las responsabilidades y saber cómo estamos y qué queremos es una forma de conocernos y cuidarnos.

Al conocernos podemos actuar según nuestras principios y valores, podemos rodearnos de las personas o situaciones que nos hacen sentir bien y crecer como personas. 

2. Actúa en función a tus necesidades

Dejar a un lado tus necesidades para cumplir con las imposiciones o peticiones de otros, te traerá problemas y afectará tu amor propio.

Debes establecer prioridades, y tus necesidades deben estar ligadas a ellas. Si detectas, por ejemplo, problemas de salud física (sobrepeso), realiza acciones que te permitan sentirte sano y estético, como rutinas de ejercicios, cambia tus hábitos alimenticios…o puedes acude a un especialista a tiempo. Asimismo, si detectas problemas de salud mental o emocional (estrés), permítete cambiar de entorno, relacionarte con personas valiosas, dedicar tiempo a tus objetivos, también busca ayuda con un psicólogo online de Nueva Psicología

3. Dedícate tiempo

Además de cuidar de tus necesidades básicas, necesitas dedicarte tiempo para realizar actividades que disfrutes y que también aporten a tu salud y desarrollo personal.

Por ejemplo, darte el tiempo para salir a caminar o realizar rutinas de ejercicios en casa o en un gimnasio, la idea es hacer algo que disfrutes y te genere bienestar. También podemos regalarnos tiempo para leer, escribir, ver una película o llamar a una persona especial. Si nos gusta aprender, podemos meternos a nuevos cursos y así incluir distintas actividades que nos gusten y nos hagan bien. 

4. Pon límites

Es necesario aprender a decir que no. El decir sí a todo sin pausar a reflexionar sobre las consecuencias nocivas en nuestro crecimiento personal, puede llevarte a sobrecargarte de actividades que no necesariamente te beneficiaran, o tener resentimientos en tus relaciones.

Si estás en una relación o un trabajo que te exige demasiado y no te permite crecer en otras áreas de tu vida, pon un límite y comunica de forma asertiva que no puedes continuar así. Poner límites es una gran forma de cuidarnos y cuidar aquello que es importante o valioso para nosotros, a NOSOTROS MISMOS.

5. Perdónate a ti mismo/misma

A veces somos más duros con nosotros mismos de lo que somos con otros. Debes tratarte como si fueses tu mejor amigo, entendiendo que, si hay una persona que depende ti, eres tú mismo/a, debes aprender de los errores, aceptar el proceso de cada etapa de tu vida, perdonarte, sacar lecciones y seguir adelante.

No guardes resentimiento hacia ti por tomar o no tomar decisiones, por actuar o no de alguna u otra manera. Entiende que crecer requiere de constante aprendizaje. 

¿Quieres trabajar en tu amor propio?

Si se te hace difícil seguir estos pasos para cultivar y fortalecer tu amor propio, es normal. Muchas veces tenemos tantas cosas en nuestras vidas que nos es difícil saber realmente qué nos hace bien y qué no. Si quieres saber más sobre el amor propio y cómo cultivarlo, el equipo de psicólogos de Nueva Psicología puede ayudarte a priorizar aquello que es importante para ti, y darte las herramientas para que puedas iniciar tu proceso de mejora integral en las diferentes áreas de tu vida.

Es importante que recuerdes, que, como todo en la vida, el amor propio es un proceso y se construye con el tiempo, así como lo hacemos con las relaciones que tenemos. Se trata de un compromiso con nosotros mismos y nuestra mejor versión.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

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lunes, 5 de abril de 2021

CONSEJOS PARA COMBATIR EL ESTRÉS

El estrés se lo puede definir como un sentimiento de preocupación o de amenaza que puede aparecer ante amenazas importantes externas, como la situación sanitaria actual, violencia familiar o enfermedad, pero también ante problemas más pequeños como discusiones y problemas de cualquier índole.

Cualquier persona, en cualquier lugar, puede experimentar niveles altos de estrés, que provoquen sensaciones desagradables como dolores de cabeza, irritabilidad, tensión muscular, falta de apetito, etc…

Para hacer frente al estrés, existen cinco ejercicios que permiten reducir el estrés, reduciendo aquellas sensaciones y emociones poderosas y desagradables que pueden llegar a estresarte, alejándote de un estilo de vida saludable, es decir, de tus deseos más profundos sobre el tipo de persona que quieres ser. Los pensamientos y sentimientos difíciles provocados por el estrés pueden llegar a afectar tu salud física y sobre todo tu salud mental y emocional.

¿QUÉ HACER?

1. Ser consciente tu situación actual

Los pensamientos negativos provocados por el estrés te desconectan de aquellas actividades que estás llevando a cabo y hacen que dejes de prestarle atención, lo que a menudo provoca insatisfacción y frustración.

Sin embargo, no siempre es fácil prestar atención para desengancharte de los pensamientos difíciles. En ocasiones, estos pensamientos se convierten en tormentas emocionales que «pueden llegar a dominarte fácilmente».

Cuando aparecen estas situaciones o escenarios difíciles de sobrellevar, se recomienda poner los pies en la tierra, dándote cuenta de cómo te sientes y de cómo te afecta dicha situación. Después, debes reflexionar sobre la misma, respirando lentamente, presionando el suelo con los pies y presionando una mano contra la otra, por ejemplo. Una vez hecho esto, puedes comenzar a prestar atención al mundo que te rodea, observando, escuchando y percibiendo aquello que te rodea.

Aunque este ejercicio no hará que los pensamientos difíciles desaparezcan, te ayudarán a generar consciencia, a acercarte a tus valores y a centrarte en lo que estás haciendo, de modo que puedas generar tranquilidad y ecuanimidad.

2. Desengancharse

Los pensamientos y los sentimientos nos enganchan cuando no somos conscientes de ellos. Por lo tanto, identificarlos es el primer paso para atajar el problema. Una vez los has identificado, debes volver a centrarte en aquello que estabas haciendo y conectar con aquello que te genere tranquilidad, leer, dar un paseo, escuchar música instrumental, escribir, o lo que a ti te haga sentir tranquilidad.

Los pensamientos y los sentimientos nos enganchan cuando no somos conscientes de ellos y buscamos evadirlos con “analgésicos nocivos”, alcohol, sustancias psicotrópicas….

3.  Actuar de acuerdo con tus valores

Los valores se definen cómo aquello que describe qué clase de persona eres y quieres llegar a ser; cómo quieres tratarte a ti mismo, a los demás y al entorno que te rodea, incluso cuando te resulte difícil alcanzar tus metas, puedes seguir actuando de acuerdo con tus valores e influyendo en el mundo a través de tus acciones.

Para actuar de acuerdo a tus valores, debes conseguir que tus acciones respalden tus valores. Para ello, identifica cuáles son los valores con los que deseas vivir y elabora un plan de acción

Si comienzas a practicar estos ejercicios de manera regular, pero no logras combatir el estrés ni pareces acercarte a tu bienestar, quizás te convenga realizar terapia psicológica.

4. Ser altruista

La mayoría de las veces, el estrés genera pensamientos poco amables sobre ti mismo o sobre los demás a los que es fácil quedarse enganchado y generar apatía.

Ser altruista implica actuar de acuerdo con nuestros valores. Cada pequeña muestra de generosidad ayuda a cambiar las cosas y permitirá que muchas personas te ayuden a mejorar. Ser amable contigo mismo, plantándole cara a esos pensamientos sobre ti que no son justos, te hará estar motivado para aportar valor a los demás, generando empatía y reciprocidad.

5. Reinventarse y avanzar

Reinventarse así mismo, debe ser la principal acción de todo ser humano, pero reinventarse no significa aparentar ser otra persona, NO; el verdadero significado va más allá de lo emocional, significa diseñar tu propia vida, forjar tu propio camino de acuerdo con tus ideales, valores, principios y propósitos; en pocas palabras significa buscar la realización personal ‘TU MEJOR VERSIÓN’, donde tu Ser encuentre su pasión, forje su destino y aporte valor a la sociedad.

Es importante que practiques todos estos ejercicios con regularidad, porque solo de este modo podrás dominar la técnica.

Si nada de esto parece funcionar, recuerda que en Nueva Psicología somos líderes en terapia online desde 2018 y podemos ayudarte a hacer frente al estrés y mejorar tu calidad de vida.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

Fundador del Proyecto Nueva Psicología

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