domingo, 25 de abril de 2021

ESCRITURA TERAPÉUTICA, ¿QUÉ ES Y CÓMO PUEDE BENEFICIARNOS?

 Para nadie es un secreto que la escritura presenta numerosos beneficios para quien la practica, escribir puede significar una gran ayuda a nivel cognitivo y emocional.

En la década de los 60, Ira Progoff, psicoterapeuta estadounidense se dio cuenta de que los beneficios de la escritura podían incorporarse a la terapia psicológica y creó el método del diario intensivo y, con ello, abrió la puerta a la escritura terapéutica, una práctica cada vez más común en las consultas a nivel global.

Tras comprobar que aquellos pacientes que llevaban un diario progresaban más rápidamente y mejor que aquellos que no lo hacían, Progoff decidió incorporar el diario a sus terapias:  el profesional les decía a sus pacientes que tenían que escribir su diario en un archivador, para así poder separar más fácilmente los diferentes aspectos de la vida a la hora de escribir sobre sus problemas.

Desde entonces, multitud de psicólogos y terapeutas han incorporado la escritura a sus procesos terapéuticos y los beneficios han sido significativos, ayudando a afrontar los problemas con mente fría, a encontrar soluciones e incluso mejorar sus relaciones interpersonales. Además, elimina los obstáculos emocionales que en ocasiones te impiden expresarte a viva voz y permite una expresión más pura, sin ningún tipo de autocensura.

Apreciado lector si no se te da bien escribir, no te preocupes: la escritura terapéutica no tiene nada que ver con la literatura. No importa en absoluto la forma que tienes de escribir, porque lo fundamental está en el fondo, en aquello que escribes, más que en como lo haces. Cualquiera puede llevar a cabo ejercicios de escritura terapéutica y absolutamente nadie te juzgará si lo que escribes no es perfecto.

Los beneficios de la escritura terapéutica

Ya hemos enumerado algunos de los beneficios que tiene la escritura terapéutica, pero la lista es casi interminable. Su poder es tal que suele utilizarse en la recuperación con aquellos pacientes que sufren trastorno de estrés postraumático y trastorno depresivos.

En primer lugar, escribir puede servirte de desahogo, como método para expresar aquello que no te atreves a contarle a nadie por miedo al qué dirán o simplemente por no querer cargarles con tus problemas. Quizás, si has acudido alguna vez a terapia, te hayas bloqueado al intentar contar a tu psicólogo lo que ocurría. O quizás no eres capaz de pedir ayuda a tu familia porque no sabes cómo expresar tus problemas. En ese caso, escribir te ayudará a expresarte libremente sin que nadie pueda verlo en primera instancia y quizás usar lo que has escrito como guión pueda ayudarte a verbalizarlo más adelante.

Además, el hecho de anotar tus problemas y tus emociones te permitirá tomar perspectiva al leerlo y actuar con objetividad. Cuando lees lo que has escrito, podrás ver los obstáculos como si de un espectador se tratara y tomar decisiones para solucionarlos sin verte sometido al ardor de las emociones. Esto te permitirá entrenar tu inteligencia emocional, esa capacidad que te permite ponerle nombre a los sentimientos y aprender a manejarlos en consecuencia.

¿Cómo practicar la escritura terapéutica?

1. Escribe una carta para tus días malos

La clave de este ejercicio es, precisamente, sentarte a escribir en un buen día para que más adelante puedas hacer frente a los días malos. Así, podrás recordar cuando estés falto de ánimos que hay motivos para seguir adelante y que el sol volverá brillar más pronto que tarde.

Haz un hueco en ese día en el que te sientes especialmente feliz, despeja el escritorio y siéntate a escribir una carta dirigida a ti mismo. Escribe todo eso que desearías escuchar en tus peores momentos: enumera tus logros, recuerda momentos bonitos, repasa la lista de personas que te acompañan día a día y que hacen tu vida un poco mejor…

Nadie te conoce mejor que tú mismo, así que escribe eso que sabes que te animarán. Cuando te sientas bajo de ánimos, esto te ayudará a ver los problemas con perspectiva, sabiendo que puedes superar los momentos difíciles.

2.  Vacía tus pensamientos

Esta técnica, comúnmente conocida como escritura automática, es seguramente la más fácil de todas.

No hay más reglas que coger papel y lápiz y escribir absolutamente todo lo que se te pase por la cabeza, sin pararte a pensar dos veces en si lo que estás escribiendo tiene sentido. Ni siquiera importa si escribes una sucesión de frases sin conexión aparente, lo único que importa es escribir.

Este ejercicio te ayudará a deshacerte de tus preocupaciones, a dejar la mente en blanco y a poner orden entre tus pensamientos: una vez escritos, será más sencillo separar aquello que es importante y desechar absolutamente todo lo demás.

3.  Escribe un diario, pero apunta solo lo positivo

En este diario te permitirás escribir todas las actividades de tu día a día.

El objetivo de esta práctica es cambiar el enfoque con el que afrontas tus días, haciéndote ver la cantidad de cosas buenas que pasan a tu alrededor. Al principio te costará, no lo dudes, por eso tienes que poner a trabajar todos tus sentidos.

Escribir el diario te ayudará a prestar atención a lo que ocurre a tu alrededor y, por lo tanto, te permitirá salir de los pensamientos destructivos. Además, gracias al diario descubrirás infinidad de cosas positivas que te harán afrontar la vida de mejor manera.

4.  Escríbele una carta a aquello que te ha hecho daño

Seguramente haya episodios que lleves guardados en la mochila desde hace mucho tiempo y, aunque durante la mayor parte del tiempo tratas de sobrellevarlos, en ocasiones te atacan con sus recuerdos y amenazan con sumirte en angustia y desesperanza.

Coge un papel y escríbele una carta a aquella persona que te hizo daño. Hazlo desde la rabia, desde el perdón o desde el dolor, no importa. Lo importante es que le expliques cómo te hizo sentir y por qué.

Hacerlo te ayudará a ver tu dolor con perspectiva y te servirá como un efectivo desahogo. Después, puedes quemar esa carta, romperla o incluso entregársela a esa persona si quieres que entienda el daño causado.

5.  Escribe sobre tus metas

Escribe sobre lo que te gustaría SER y HACER de tu vida.

Este ejercicio te ayudará a tomar perspectiva y te dará ánimos para conseguir aquello que tanto quieres lograr, puesto que te será más fácil alcanzarlo si antes has despejado el camino.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic. Rayan Muepaz

Fundador del Proyecto Nueva Psicología

Contactos:

Sitio Web: https://rayanmuepazrm.wixsite.com/website

WhatsApp: https://wa.link/5ipio5





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