A estas alturas la incertidumbre y desesperanza que vive la sociedad es total, pues la cepa actual del coronavirus (covid-19) se ha desatado como una agresiva y peligrosa pandemia, ocasionando una serie de crisis a nivel social (emergencias sanitarias, medidas económicas, cuarentenas, estados de excepción y aislamiento social). Este nuevo brote de virus o enfermedades patógenas, nos permite descubrir la desigualdad de condiciones sociales y entornos desfavorables en las que lastimosamente vivimos los seres humanos.
Es decir, la gran convulsión que ha desatado el Covid-19, ha generado una crisis de histeria colectiva (pánico social, miedos irracionales y desmesurados); confundiendo el ser prudente y adoptar medidas de prevención y seguridad ante un peligro real, con permitir que el temor y la desesperanza se alimenten de un terror patológico, donde la sociedad se paraliza por el miedo y se inmoviliza por el pánico.
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Efectos psicológicos
El ser humano a afrontado un sinnúmero de problemas y situaciones sociales; sin embargo, en pleno auge de la globalización y las tecnologías de la información y comunicación (TICS), un problema social se masifica, detonando una serie pensamientos distorsionados, emociones negativas y conductas desmesuradas, es así que el Covid-19 ha generado situaciones de estrés y ansiedad a nivel psicológico sobre las diversas masas sociales.
Los efectos psicológicos ocasionan graves secuelas en nuestra salud mental, y, derivan probablemente a su vez en problemas físicos relacionados (psicosomáticos).
Ejemplos:
1. ESTRÉS
Es la reacción del organismo (cuerpo y mente) a un problema o desafío, en este caso la sobreinformación de la pandemia actual, hace que la mente inconscientemente se vea bombardeada de información sobre la amenaza y el peligro real que representa la misma; reflejando de forma consciente reacciones como: ansiedad, angustia y miedos irracionales sobre la salud física, mental y emocional.
Este proceso de alerta física y mental, es una respuesta fisiológica y psicológica ante situaciones adversas, que sentimos que nos desbordan por creer que no tenemos la capacidad de contribuir para resolverlas.
El estrés produce:
Distorsiones emocionales: ansiedad, miedo, irritabilidad, confusión, etc
Distorsiones cognitivas: pensamientos obsesivos e irracionales, dificultad para concentrarse, creencias limitantes, excesiva preocupación por el presente y el futuro.
Conductas desmesuradas: afrontamiento o evitación de la situación, paralización y convulsión en las relaciones sociales.
Cambios físicos: tensión muscular, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones, respiración agitada, etc
Malestar e insomnio: falta de energía y concentración, cansancio físico y mental, y problemas para dormir.
Trastornos adaptativos: los niveles altos de estrés pueden producir depresión y ansiedad, debido a que el organismo se encuentra en un desequilibrio temporal.
2. HIPOCONDRÍA
La mayoría de las personas han dejado que el alarmismo de la nueva crisis social (Covid-19), se apodere de sus vidas, dejando que el peligro real, se convierta en una amenaza subjetiva, creyendo que con cualquier acción que realice, estará propenso a contraer el virus y sus probabilidades de morir son inminentes.
Esta patología hace que se tergiverse los pensamientos y se distorsione la realidad social concreta; ¡Ojo! (No me refiero a que no se tomen las medidas de seguridad necesarias para precautelar la salud).
3. EFECTO FOMO
Es la sensación de miedo a perderse cualquier acontecimiento que suceda en la sociedad, basta observar que las redes sociales, se visualice a un sinnúmero de personas que desesperadamente se abastecen de productos de primera necesidad y aseo personal. Ejemplo, El temor frente a una probable cuarentena o medidas de aislamiento más generalizada, hizo que muchos consumidores buscarán desesperadamente productos básicos de higiene y limpieza (papel higiénico).
Este comportamiento es "obviamente irracional", y un claro ejemplo de una mentalidad de rebaño impulsada por las redes sociales y la cobertura de noticias; ante el pánico que desata una nueva problemática social.
Cuarentena y aislamiento social
Una de las medidas que están tomando los gobiernos de la mayoría de países a nivel mundial para prevenir el coronavirus e incluso para frenar la propia enfermedad (cuando los síntomas son leves) es llevar a cabo una cuarentena.
La cuarentena es una de las medidas de salud pública adoptada durante una epidemia o una pandemia, que tiene como objetivo evitar la propagación de enfermedades infecciosas. La cuarentena se indica, generalmente, cuando la enfermedad es causada por un virus, puesto que la transmisión ocurre de forma más rápida, en este caso el Coronavirus o COVID-19, con el fin de evitar la propagación del virus e infección de más personas, establecida por un periodo de 15 días.
¿Cómo se realiza la cuarentena?
Las personas deben permanecer en sus hogares, evitando dentro de lo posible el contacto con personas externas y acudir a lugares cerrados como cines, centros comerciales, supermercados, fiestas, etc, de esta forma se reduce el riesgo de contagio de persona a persona. Sin embargo, si está permitido que una persona por familia u hogar salga a comprar los productos básicos de primera necesidad e higiene personal.
Pero, ¿Cuáles son las repercusiones psicológicas frente al aislamiento social?
El confinamiento obligatorio de 15 días o más , trae consigo situaciones de inestabilidad física, mental y emocional, dejando muchos estragos al momento de la experiencia, la cual se agrava cuando se suma la inestabilidad financiera; es decir, las personas con inseguridad laboral y escasos ingresos, las cuales tienen más probabilidades de sufrir mayores niveles de estrés desde el primer momento del encierro.
Confusión
Confusión
La sobreinformación y las ‘fake news’ hacen que la sociedad entre en un estado de confusión, donde se tergiversa y se especula la información, tendiendo a generar alarmismo social.
Pánico colectivo
Las redes sociales son el principal medio de información, que por un lado han permitido mantenernos informados en tiempo real, y, por otra parte han infundido miedos irracionales y desmesurados sobre la amenaza real que representa la nueva pandemia.
Incertidumbre
Esta nueva y creciente enfermedad, trae consigo una gran crisis social que deja en evidencia una serie de problemas latentes y preexistentes en la sociedad; por ejemplo, la crisis en la economía mundial, la desigualdad de condiciones sociales y entornos desfavorables en la que vive el ser humano, la desatención sanitaria de los gobiernos para con sus pueblos, los problemas de la globalización, la desnutrición de pueblos que sirven como caldo de cultivo de nuevos virus, bacterias y enfermedades letales.
Desesperanza
La emergencia sanitaria actual, refleja un sistema al borde del colapso, donde la sociedad se ve indefensa ante fenómenos sociales que aquejan a la humanidad e imposibilitan el progreso de la misma.
¿Qué se puede hacer en estos momentos?
No todo es oscuridad, en realidad el futuro es brillante y hay mucho por hacer.
Lo primero es sobrevivir, en lo posible abastecerse de productos de primera necesidad y aseo personal.
Aprovechar el tiempo: estudiar y leer mucho, sobre ciencia, filosofía, psicología, política, economía, sociología, antropología, etc. El conocimiento es una gran arma de transformación en estos tiempos de crisis y oscurantismo
Cuidar la salud, individual y colectivamente, sobretodo en la alimentación, pues el sistema nos está destruyendo lentamente desde la comida chatarra y tóxica
Desconfiar y alejarse de los falsos líderes y profetas, que aprovechan la convulsión social para promover intereses individuales y generar alarmismo social.
Gestionar con tranquilidad la situación compleja, y centrarse en terminar aquellas actividades que has venido posponiendo como: ejercitarte, leer, escribir y aprender algo nuevo.
Organizar espacios y horarios que te permitan estar tranquilo, sobrellevando el confinamiento social; impidiendo que la frustración y el aburrimiento te consuma.
Dosificar el uso de la televisión y las redes sociales, sobre noticias asociadas al Covid-19, y optimizar su uso con: lecturas, escritura, cursos online, documentales, películas, etc.
Rayan Muepaz
Psicólogo Social
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Excelente artículo Rayan
ResponderEliminarTambién podemos añadir a tus comentarios y recomendaciones, unirnos como pueblo y familias y clamar al Cielo por misericordia! Creo eso nos hará mucho bien! ����
Desde la ciencia y el conocimiento aportar valor a lá sociedad.
EliminarSaludos.
Muy buena iniciativa! Si me permite la comparto en mi estado
ResponderEliminarDesde luego, ese es el objetivo.
EliminarSaludos, desde Ecuador.
Se observa un aumentó de consultas psicológicas como resultado del difícil situación laboral y los efectos negativos que conlleva,los pacientes vienen aquejado de ansiedad,depresión, molestias digestivos o dolores musculares,y necesaria que nuestro organismo pone una marcha antes una situación.
ResponderEliminarMuy bieno tu articulo para estos tiempos donde todo ha cambiado y hemos tenido que adaptarnos a unas nuevas condiciones contrapruducentes con nuestro ser social pero muy necesarias para reconstrarnos a nosotros mismos desde nuestra conciencia del ser aqui y ahora y en conexion con el universo, a veces es necesario ir a nuestro origen y preguntarnos quienes somos y por que estamos aqui?
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