Existe una clara brecha entre lo que percibimos y la
realidad social en la que nos encontramos (entorno y contexto), a pesar de que
todos percibimos el mundo a través de los mismos sentidos, es nuestro cerebro
quien procesa la información obtenida e interpreta una visión o percepción de
la realidad y la convierte en algo tangible para cada uno de nosotros.
Pero,
¿Qué es la percepción?
La realidad es percibida, sentida y conocida por los
seres humanos, pero de un modo subjetivo, dentro de esa corriente idealista la
conciencia se genera en el mundo sensorio-perceptivo inherente con el mundo
que interactúa. En efecto, durante el contacto de una persona con los objetos
del mundo real se produce la experiencia subjetiva. ahí se incluye la adquisición
de conocimiento (subjetivo) sobre dicho mundo (¿Qué hay en él?, ¿Cómo es?, ¿Cómo
lo puedo usar?, etc.)
También existe una valoración subjetivo-emocional
(¿Cómo me afectan los objetos o acontecimientos del mundo?, ¿Qué reacciones me
producen?, etc.). El conocimiento lo experimentamos como cualidades singulares
de experiencia (color, olor, sabor, tamaño/extensión, textura, etc.) los cuales
producen sensaciones, que a su vez crearán emociones, y estas se expresarán, a través
de los pensamientos o percepciones.
Ejemplo:
La actual emergencia sanitaria ha dejado al
descubierto que la realidad no se limita a la percepción individual, donde las
condiciones presentes expresan una realidad compleja y difícil de sobrellevar.
No obstante, nuestra visión o percepción de la
realidad se ve limitada por un sinnúmero de factores extrínsecos:
Edad
La percepción de la realidad varía según la edad,
puesto que no es lo mismo tener 5, 10, 15 o 18 años y percibir un mundo aún desconocido, que tener
20, 24 o 27 años y tratar de comprenderlo, o que tener 30, 35 o 40 años y percibir
una realidad social concreta.
Sexo
La percepción de la realidad va a variar casi en su
totalidad si eres hombre a diferencia de que si eres mujer, ya que está
comprobado científicamente que los seres humanos tenemos, a grandes rasgos, un
50% de programación genética y un 50% de programación cultural; es decir, por
un lado ya venimos programados en nuestro ADN para ciertos comportamientos como
el hecho de comer, dormir, evacuar y aparearse; por otro lado otras conductas y
habilidades son enseñanza y condicionamiento como leer y escribir, modales, moral,
conceptos filosóficos, etc; ejemplo, las mujeres se encuentran programadas
biológica y evolutivamente con el instinto de protección y crianza de los
hijos, y condicionadas histórica y culturalmente en base a la afectividad y a la expresión libre de las
emociones; ejemplo, (el instinto de crianza de los hijos es mucho más acentuado
en las mujeres que en los hombres), es así que la percepción de la realidad de
la mujer va a diferir en gran parte a la de los hombres.
Condición
económica
Sin duda alguna la base sobre la cual se asienta la
sociedad es el trabajo, la economía; es decir, la percepción de la realidad
social, va a variar dependiendo de la condición económica; ejemplo, frente a la
actual emergencia sanitaria, se ha instaurado un confinamiento obligatorio,
promovido por la consigna ‘QUÉDATE EN CASA’ la cual se ha convertido en un
estribillo recalcitrante y vacío, para gobiernos y corporaciones es fácil
decirlo, pues tienen dinero de sobra en los bancos, grandes sueldos, casas de
lujo y amuralladas, pueden pasar en ‘confinamiento’ meses y meses sin ningún
problema, teniendo una percepción pseudo-positivista sobre la realidad
‘crisis’. No obstante, la otra cara de la moneda, se representa por los
sectores sociales menos favorecidos, la de los trabajadores que necesitan
ingresos diarios, semanales, para sobrevivir, pues hay que comprar comida todos
los días, vestirse, pagar arriendos, pensiones, etc; en los cuales su
percepción es más apegada a la realidad social concreta.
Contexto
social y cultural
El actual sistema económico, social y cultural se
encuentra al borde de un colapso, esto significa que la mayoría de la sociedad
se encuentra débil y consumida en base a comida chatarra e insalubre, estilos
de vida improductivos (consumismo y mercantilismo); condicionada por creencias
religiosas y tendencias postmodernas, sin esperanza y resignada a vivir vidas
grises y vacías, condicionando una percepción distorsionada de la realidad.
La
Psicología y la Percepción
Una de las principales disciplinas que se ha encargado
del estudio de la percepción ha sido la psicología, este campo ha definido a la
percepción como el proceso cognitivo de la conciencia que consiste en el
reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios
en torno a las sensaciones obtenidas del medio físico y social, en el que
intervienen otros procesos psíquicos entre los que se encuentran el aprendizaje,
la memoria y la simbolización (consciencia).
Sin embargo, el enfoque que posee la percepción es de intérprete
de datos sensoriales; no obstante, en la actualidad se promueven pseudo-consignas sobre la percepción tales como: “En este mundo traidor, nada es verdad ni
mentira, todo dependerá del cristal con que se mira”, concluyendo que la realidad se da a partir de un reflejo de la percepción en base al idealismo y la
subjetividad, y no de la materia (realidad social concreta).
¿Qué
es la realidad?
La realidad es todo lo material, concreto, tangible que
podemos percibir mediante los sentidos; es decir, la interacción con el entorno
natural y social en el que habitamos y vivimos, donde el ser social determina
la conciencia social, en otras palabras, primero existo y luego pienso, o dicho
de otra manera podemos pensar y percibir porque tenemos un órgano material
altamente evolucionado llamado CEREBRO.
Definición
Jacques Lacan postula “todo lo existente sería lo real,
mientras que la particular forma que el sujeto percibe lo real, sería la
percepción de la realidad”.
Para F. Engels “Nuestra conciencia y nuestro
pensamiento por muy trascendentales que parezcan, son el producto de un órgano material
físico: el cerebro”
El
ser social determina la conciencia social
Los seres humanos somos seres pensantes y emocionales
por excelencia, está en nuestro sistema límbico y en el neocortex. Todo como un
reflejo del mundo material, y en concreto de la producción y la lucha de
clases; es decir, nuestra consciencia no parte de la percepción en abstracto,
sino de una realidad existente y concreta.
Todos tenemos que sustentar nuestra forma de pensar y
actuar de una u otra manera, es inevitable, es por esto que la percepción es un
filtro de la vida que llevamos, en un contexto social determinado.
En
este caso la percepción es individual y la realidad es total; es decir, mientras más complejo sea el entorno y más
incierto sea el contexto, la mente abstrae y según sea su realidad condicionara
una percepción diferente, sea esta real o idealizada.
Rayan Muepaz
Psicólogo y Escritor
Contactos:
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