jueves, 21 de mayo de 2020

DESAFÍOS PSICOLÓGICOS PARA EL DESCONFINAMIENTO SOCIAL

Desde hace varios días atrás, y tras haber pasado aproximadamente 10 semanas en  confinamiento, como resultado de la propagación mundial del brote del Covid-19 y con ello, la adopción de medidas preventivas de contagio, emergencia sanitaria y cuarentena, como es el aislamiento social y confinamiento obligatorio. Es así que diversos medios de comunicación a nivel nacional e internacional anuncian que los gobiernos de distintos países se encuentran adoptando nuevas medidas para el desconfinamiento social, donde la “Nueva Normalidad” será un periodo paulatino de adaptación a un mundo postpandemia.

Sin embargo, este proceso de descofinamiento social o ‘Nueva normalidad’ es un gran desafío que debemos afrontar como especie humana, sobre todo en los desafíos que significan para la salud física y más aún para salud psicológica (mental y emocional); donde al igual que cuando se instauro el confinamiento obligatorio los efectos que trajo consigo en la salud mental y emocional fueron devastadores (Revisar: ‘https://nuevapsicologia-rm.blogspot.com/2020/03/efectos-psicologicos-de-actual-crisis.html’); así mismo se deberán afrontar nuevos desafíos en este proceso de adaptación al entorno social

Adaptación al Confinamiento

La naturaleza y el proceso de selección natural han provisto a la especie humana de un gran mecanismo de supervivencia, como es la adaptación a cualquier medio y entorno, que por más hostil y desfavorable que parezca, el ser humano ha de adaptarse para sobrevivir; ejemplo, en la historia, el ser humano a logrado adaptarse y superar grandes catástrofes naturales, epidemias, guerras mundiales, etc.

Es decir, el hombre (Homo Sapiens) al ser una especie altamente evolucionada, terminó inconscientemente adaptándose a la realidad concreta de estar encerrados (confinados) todos los días en casa, por más de 60 días; ya que está comprobado científicamente que el cerebro necesita como un mínimo de 21 días para adaptarse a un nuevo entorno o situación, comprendiendo una realidad en la que se puede sobrevivir.

Ante esta realidad, el desconfinamiento se vuelve un desafío inminente, ya que subconscientemente el cerebro ha asociado el encierro como sinónimo de seguridad, que le permite sobrevivir ante una realidad adversa que se encuentra latente al salir de casa, como un mecanismo natural de no querer contagiarse, enfermar y morir.

Desconfinamiento la ‘Nueva Normalidad’

El desconfinamiento o nueva normalidad es un periodo social paulatino, que permite a las personas salir de casa para realizar compras, actividad física, pasear, trabajar, etc; en pocas palabras volver a la rutina, todo bajo ciertas normas de higiene y algunas restricciones, como el distanciamiento social; es decir, este periodo se ejecutará por fases o etapas, dependiendo de la situación en la que se encuentre cada país o ciudad.

Sin embargo, y más allá del hecho de que podamos volver a salir de casa, no significa que la realidad social haya cambiado y que las cosas volverán hacer tal y como las conocíamos antes de la pandemia, NO, la realidad sigue y deberemos aprender a convivir con ella.

Realidad Social

El principal desafío en sí mismo no es el Covid-19, sino el aprender a adaptarse a convivir con aquella realidad, lo cual conlleva algún tiempo para lograrlo; no obstante, el adaptarse a dicha realidad no es cuestión de solo tener pensamientos asertivos y una adecuada gestión de las emociones, aquellos sólo son los efectos de una causa preexistente, de una crisis social y cultural (económica, salud, política y la sociedad en sí), la cual se agudizo con la aparición del Covid-19.


Desafíos del Descofinamiento

1.  Ansiedad y Estrés

La incertidumbre que se experimenta al salir de casa y saber que afuera de las 4 paredes el mundo ha cambiado, y con ello la realidad que estabas acostumbrado a percibir. Es decir, frente a este nuevo escenario el organismo (cuerpo y mente) va a reaccionar drásticamente a un problema o desafío, en este caso al desconfinamiento y la ‘Nueva normalidad, activando reacciones fisiológicas y psicológicas como es el estrés y la ansiedad de saber que la realidad (rutina) que tanto añorabas ya no existe y debes estar predispuesto a afrontar una nueva, con lo que la “sensación de control” que creímos tener sobre el entorno, se ve desbordada por la aparición de:

Distorsiones emocionales: ansiedad, frustración, miedo, irritabilidad, confusión, etc

Distorsiones cognitivas: pensamientos obsesivos e irracionales, dificultad para concentrarse, creencias limitantes, excesiva preocupación por el presente y el futuro.

Conductas desmesuradas: afrontamiento o evitación de la situación, paralización y convulsión en las relaciones interpersonales.

Cambios físicos: tensión muscular, dolor de cabeza, problemas de espalda o cuello, malestar estomacal, fatiga, infecciones, palpitaciones, respiración agitada, etc

Malestar e insomnio: falta de energía y concentración, cansancio físico y mental, y problemas para dormir.

Trastornos adaptativos: los niveles altos de estrés pueden producir depresión y ansiedad, debido a que el organismo se encuentra en un desequilibrio temporal.

2. El Miedo

La realidad es que la sociedad contemporánea se encuentra atravesando una gran convulsión de histeria colectiva, a tal punto que se puede evidenciar la fragilidad de la mente frente a la adversidad y lo desconocido; es decir, la emergencia sanitaria desatada por el Covid-19, ha ocasionado que las personas entren en un estado de pánico, incertidumbre y desesperanza, donde el temor por contraer la enfermedad y con ello la muerte se encuentran latentes.

3. Síndrome de la Cabaña

El síndrome de la cabaña consiste en una estado mental y emocional que aparece después de haber estado mucho tiempo en reclusión forzosa; es decir, las personas experimentan sentimientos de ansiedad y frustración producto de salir de nuevo al mundo exterior (realidad).

El origen del síndrome de la cabaña tiene que ver con la protección y seguridad que los colonos y cazadores encontraban refugio en las cabañas, frente a situaciones amenazantes y el miedo a los peligros externos (tormentas o animales salvajes), produciendo mucha ansiedad a salir de ellas, aunque hubiera cesado el peligro. ¡Ojo! este síndrome no es una patología mental, no es como sufrir una agorafobia o una ansiedad generalizada.

Este fenómeno está relacionado con el miedo a salir a la calle tras un largo periodo en el que no se ha tenido contacto con el exterior. Este síndrome puede darse en personas privadas de su libertad, en personas hospitalizadas durante un largo tiempo o en la situación de confinamiento actual en la que nos encontramos.

4. Duelo

Otro de los desafíos que deberán afrontar un grupo de personas en este periodo de desconfinamiento es el proceso de duelo como proceso de adaptación  a la pérdida, para aquellos que hayan perdido algún ser querido, ya sea a un familiar, pareja, amigos, etc.; no obstante, el duelo también se relaciona a la ruptura de varias relaciones interpersonales, específicamente a la relación de pareja, debido a que el confinamiento fue el detonante perfecto para que surjan nuevos y crecientes conflictos en la pareja, y en su gran mayoría no supieron cómo gestionar  adecuadamente la situación y terminaron separándose.

Este duelo personal se agudiza al no poder expresar emociones con sus congéneres, puesto que aun somos presas del miedo infundido por el tema de la pandemia, es por eso que muchas personas seguirán teniendo pendiente en superar sus duelos personales, hasta que puedan adaptarse a una nueva normalidad.

Conclusión

Es importante comprender que todas estas sensaciones y emociones que están apareciendo en relación al desconfinamiento y a la nueva normalidad que nos tocará afrontar. Es normal sentirnos con miedo, angustia o inseguridad, dado que hay un posible riesgo al contagio y es algo que estamos aprendiendo a convivir con ello durante meses.

Hasta cierto punto es natural sentir miedo, pues las emociones están para avisarnos de los peligros que puede haber a nuestro alrededor, por lo tanto, cumple una función necesaria de supervivencia, lo importante es gestionarlo, atender su aviso, por ejemplo, para llevar a cabo las medidas propuestas de seguridad para el desconfinamiento, pero sin dejar que esta emoción nos paralice o bloquee.

Rayan Muepaz
Psicólogo y Escritor
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