domingo, 10 de mayo de 2020

‘ES TIEMPO DE REINVENTARSE’


En el mundo, el ser humano es el único de los seres vivos que puede decidir sobre la forma o estilo de vida que desea llevar; es decir, su razón (pensamiento, lenguaje, sistema de creencias, lógica) y emociones, lo diferencian y apartan de los animales, en los cuales su sobrevivencia, depende exclusivamente de su instinto de supervivencia.

La especie humana (Homo Sapiens) tiene aproximadamente 150 a 200 mil años de existencia evolutiva, donde la selección natural, la alimentación, la invención del lenguaje, la escritura, y el trabajo fueron factores claves para el proceso de hominización, determinando las condiciones necesarias para su desarrollo como civilización (según estudios antropológicos la primera civilización humana fue la de los Sumerios que data alrededor de 8 mil años a.n.e).

Sin embargo, la sociedad de nuestros días se ve sumergida en la incertidumbre y desesperanza, enfrentando muchos y variados problemas, realmente estamos viviendo épocas oscuras y complejas.

Por ejemplo:

-Aparición de nuevas enfermedades (pandemia del covid-19)
-Recesiones económicas
-Crisis social y cultural

Las cuales se agudizan mediante la existencia de una constante y permanente programación de tendencias y contenido basura, la cual incide directamente y diariamente en nuestra forma de pensar y actuar; que a su vez, condiciona, confunde, tergiversa y esclaviza el pensamiento humano.

Ejemplos:
-Drogas y alcoholismo
-Videojuegos y redes sociales
-Fanatismos religiosos y LGBTI
-Animalismo y misantropía
-Feminismo extremo y guerras de los sexos
-Distopías y surrealismo
-Superación subjetiva y autoayuda
-Inteligencia artificial y extraterrestres

Pero, en que momento el ser humano paso de ser una especie altamente evolucionada, a ser una especie en proceso de decadencia, donde los embates de la actual crisis social hacen de las personas, individuos irascibles, negativos, sin ganas de luchar, ni salir de su ‘status quo’ zona de confort y progresar en la vida.

¡Fácil! La especie humana aún se encuentra en proceso de hominización, donde el adquirir conciencia no es un proceso lineal, sino que, cada persona se encuentra determinada por el lugar y el momento histórico en el que le tocó vivir; es decir, el curso evolutivo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento es siempre progresivo, con zig-zags y retrocesos temporales, pero siempre va hacia adelante y hacia arriba como una espiral dialéctica.

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La mediocridad y el entorno limitante

En pleno siglo XXI, donde la globalización, las nuevas tecnologías de la información y comunicación ‘TICs’ y el postmodernismo han instaurado diversas perspectivas de ver la vida y de cómo vivirla; en las cuales se manifiesta que, para “Triunfar en la Vida” o “Ser Exitoso”, debemos ser “pacientes” ya que tarde o temprano alcanzaremos nuestro desarrollo integral ‘Autorrealización’; mientras tanto continuamos viviendo en una zona gris, frustrados, experimentando vidas vacías, rutinarias, apáticas, conformistas, crisis existenciales, etc; y con ello imposibilitando alcanzar la Optimización Humana Integral.

La mediocridad es la ausencia total de valor personal, el cuál permite distinguir al individuo en una sociedad, ¿Por qué?, porque la sociedad actual condiciona y esclaviza el pensamiento humano de la mayoría de personas, es decir, tienen voz, pero sin eco, no posee una filosofía de vida, son seres sumisos que viven inmersos en la rutina, sin identidad, sin personalidad, convertidos en esclavos del sistema, regidos a un único modelo de vida (nacer crecer, reproducirse, trabajar, consumir y morir), incapaces de crear y aportar valor a la sociedad.

La mediocridad es promovida por un sistema decadente, al borde del colapso; el mismo que condiciona la forma de ver y vivir la vida (conformista, mercantilista, consumista, arribista, etc), esclavizando la única fuente de cambio y esperanza, el ‘Pensamiento’.

En la actualidad existen 2 problemas fundamentales que nos están limitando tanto en nuestra salud física, como en nuestra salud mental y emocional, los cuales son la fuente vital, para el crecimiento personal y social.

Ejemplos:

Mediocridad física

Es la desatención parcial o total de los seres humanos hacia el cuidado integral de su organismo, tanto es así que más del 40% de las generaciones actuales (en su gran mayoría a edades tempranas), presentan sobrepeso y obesidad, como resultado de un estilo de vida sedentario (sin actividad física) y por la ingesta excesiva de comida basura (chatarra e insalubre).

Mediocridad mental y emocional

Es la desatención en cultivar el pensamiento y la tendencia hacia una incapacidad de gestionar correctamente las emociones, específicamente la vida gira en torno a la ‘zona de confort’, en donde el pensamiento es condicionado constante y diariamente por la gran descomposición social y cultural.

Es decir, toda acción que demande esfuerzo, energía y dedicación no es bienvenida para una mente que se encuentra en estado de pasividad ‘comodidad’, pues el cerebro demanda aproximadamente del 30 al 40% de toda la energía (oxígeno y glucosa), que hay en el cuerpo humano para poder volverse productivo y pasar de la mediocridad ‘zona de confort’ a la prosperidad ‘zona de valor’. ¡Ojo! Debemos nutrir nuestra mente con ‘pensamiento científico, dialéctico, creencias potenciadoras’, debiendo evitarse la programación y contenido basura, tanto de televisión como de YouTube, redes sociales, la música comercial, etc. Todo eso genera profundo estrés mental y emocional, que a su vez estimulan creencias erróneas las cuales resultará difícil de desaprender.

Es Tiempo de Reinventarse

En tiempos donde la superación subjetiva y la autoayuda están de moda, todos los pseudolíderes, motivadores y coach te dicen “cambia tu mente y tu vida cambiara” y no es que la consigna este errada, pero no se trata de solo cambiar las ideas, sino la materia (Sobrevivencia, Reproducción y Espiritualidad); es decir, optimizar tu vida personal, tener una ocupación, oficio o profesión es muy necesario para poder satisfacer la necesidad de sobrevivencia.

Optimizar tu salud física: nutrir el organismo con una dieta orgánica y variada, ingerir grandes cantidades de agua al día, caminar, hacer ejercicio o practicar algún deporte y dormir bien; todo esto te permitirá optimizar tu salud y verte estético/a.

Una vez satisfecha la necesidad de sobrevivencia y optimizado tu salud física, solo ahí podremos dedicarnos a cultivar la Espiritualidad (pensamiento - emociones - sistema de creencias) los cuales necesariamente deberán partir desde el conocimiento científico, evolutivo y dialéctico, puesto que el ser humano responde a un entorno y un contexto social e histórico más allá de su simple voluntad.

Recibe un abrazo de mi parte.

Psic.Rayan Muepaz
Fundador del Proyecto Nueva Psicología
Contactos:

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