En algún momento de nuestras vidas va a existir una
situación en la que por cualquier circunstancia experimentemos la soledad, ya
sea por una realidad adversa o por una decisión personal, cualquiera que sea la
causa, la soledad resulta ser un escenario, en donde permites que te consuma, debilite y acabe con tu esperanza por la vida o por el contrario la vez como una gran oportunidad para
conocerte a ti mismo y fortalecer una salud mental y emocional.
Es decir, la soledad es una situación que puede
limitar o potencializar el crecimiento personal, todo dependerá de 2 factores
clave, tales como: factores exógenos ‘realidad social’, ejemplo: edad, sexo (género), condición socioeconómica
y el entorno socio-cultural; lo cual servirá como base para reconocer los
factores endógenos como: pensamientos, emociones, sistema de creencias e
identidad; la suma de estos factores (exógenos y endógenos), permitirá que la
soledad cause un impacto negativo o positivo, la cual influirá en mayor o menor
grado en la calidad de nuestras vidas.
No obstante, las personas somos seres gregarios por
naturaleza, es decir, está grabado en nuestro código genético el relacionarnos
unos con otros, donde el pertenecer a grupos sociales y percibir un sentido de
pertenencia, cooperación, protección/seguridad y altruismo, han permitido
evolucionar a la especie humana como una civilización en medio de constantes
cambios y avances sociales.
Pero,
¿Por qué la soledad puede considerarse beneficiosa para la vida de las
personas?
La soledad es el escenario perfecto para intentar
aprender a gestionar correctamente los esquemas mentales y las emociones y con ello forjar una
personalidad más resiliente, es decir, conocer tu verdadera esencia como ser
humano, específicamente tu ‘Yo real’.
Al contrario de lo que algunas personas piensan, en
ciertas situaciones la soledad puede presentarse como una oportunidad y
resultar ser beneficiosa y positiva en la vida de las personas, ya que
precisamente esos momentos de soledad, es donde podemos darnos el tiempo
necesario para adentrarnos en nuestro
interior y profundizar sobre las situaciones de la vida, el mundo y la
sociedad; los cuales influyen rotundamente en nuestras acciones (mente y
conducta), y con ello la percepción que poseemos sobre la vida que llevamos o
que desearíamos llevar. ¡Ojo! La soledad
puede ser beneficiosa para la vida, siempre y cuando no se encuentre asociada a
una patología mental como es el caso de la ansiedad y la depresión, trastornos
emocionales que necesariamente requieren la atención de un profesional de la
salud mental.
Beneficios
de conocerte en soledad
Homeostasis
personal. -al estar solos
y encontrarnos con uno mismo, internamente nuestro organismo es capaz de
optimizar los procesos de autorregulación y conservación, donde nuestro cuerpo
se autorregula, gestionando materia y energía a través del metabolismo y otros
procesos neurobiológicos; lo mismo sucede con el cerebro y su fisiología, en este caso se trata
de asuntos como la autoestima, identidad, la confianza/seguridad y la
pertenencia frente a las demandas cotidianas y en las interacciones sociales.
Optimiza
el desarrollo personal. – la
soledad puede resultar una gran
aliada cuando buscamos aumentar nuestra productividad y eficiencia, puesto que
al estar la mayor parte del tiempo rodeadas de otras personas por lo general
disponen de poco tiempo para realizar sus tareas personales, buscando desesperadamente
satisfacer las necesidades de las personas con quienes nos interrelacionamos.
Forja
la autoestima y evita los apegos emocionales. -cuando aprendernos a disfrutar de nuestros momentos a
solas, sin la ansiedad que representa tener la aprobación social de los demás,
estamos disminuyendo las probabilidades de apegarnos emocionalmente a alguna
otra persona de manera que se cree dependencia.
Durante los momentos de soledad podemos encontrar la
autovaloración adecuada, y forjar un valor personal lo que representa
seguridad, equilibrio y libertad ante cualquier tipo de apego emocional externo.
Soledad,
descubrirse fuera de la zona de confort
El adentrarse hacia el interior de tu Yo, posibilitará
abandonar ciertas creencias y adoptar otras nuevas; ejemplo, el conjunto de
ideas que poseemos sobre “seguridad” o que tenemos el “control de todo” se ven
atribuidas a una limitada percepción sobre la forma en cómo llevamos la vida en
función de la “comodidad y estabilidad”; es decir, el no crecer y evolucionar
personal, profesional y socialmente, se le conoce como zona de confort.
Cuando las personas reconocen el estar solo
como un proceso para reencontrarse así mismo, reconociendo sus debilidades y fortalezas,
es allí cuando se genera una sensación de libertad al descubrir su realidad
(oportunidades y amenazas) y la predisposición a nuevos cambios de crecimiento
personal como:
-Autoestima
-Identidad
-Valor
personal
Los mismos que facilitan y posibilitan una mejor comprensión
de que en ciertos momentos y situaciones las personas elijan estar solos para
reflexionar sobre sus vidas y con ello buscar soluciones reales u objetivas para
superar cualquier problema o dificultad, y no en el sentido de sentirse solo,
abandonado y desprotegido.
Conócete
a ti mismo
Los seres humanos siempre hemos buscado responder a
las grandes interrogantes presentes en la vida: ¿Quién soy?, ¿Cuál es mi
objetivo en la vida?, ¿Qué principios y valores defiendo?, ¿Cuál es o será mi
legado para la humanidad?; es decir, el conocerse a sí mismo es la única acción
que garantizará el responder a aquellas grandes interrogantes.
No obstante, el conocerse a sí mismo resulta una
realidad muy compleja, puesto que el autoconocimiento implica la capacidad de
poder ver y entender nuestros pensamientos y emociones, de saber cómo
respondemos a determinadas circunstancias, con qué fortalezas podemos actuar
frente a entornos complejos y contextos adversos, conllevando a una proyección
hacia todo aquello que nos permita desarrollarnos integralmente, la superación
de un sinnúmero de obstáculos y hacia unas relaciones saludables, sin perder de
vista nuestros valores. Nos permite saber formular metas y objetivos de vida y
poder orientarnos a conseguirlos; en definitiva una vida llena de experiencias,
aprendizajes e innovaciones que permitan satisfacer y optimizar la vida en sus
3 esencias: Sobrevivencia, Reproducción y Espiritualidad.
Rayan Muepaz
Psicólogo y Escritor
Contactos:
Sitio Web: https://rayanmuepazrm.wixsite.com/website
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