La Ansiedad es
muy frecuente en la actualidad. Es prácticamente el síntoma de nuestra época por excelencia, un estado
psicofisiológico que la mayoría de las personas, hemos experimentado en algún
momento de nuestra vida.
La ansiedad implica una serie de alteraciones en el organismo, a diferentes niveles:
conductual, fisiológico, emocional. Se trata de un estado anormal de
sobreexcitación, nerviosismo y tensión, en el que nos encontramos cuando
nuestros recursos resultan insuficientes para hacer frente a las demandas o
exigencias del entorno.
Pero, así como podemos reconocer sus características,
es importante tener presente los efectos
que en su permanencia acarrean para la salud, siendo indispensable tener
en claro que los síntomas de
ansiedad, de por sí, no reflejan síntomas de algún problema fisiológico determinado.
Por ejemplo, si estás sufriendo una crisis de ansiedad
y temes sufrir un ataque cardíaco, es importante que tengas en cuenta que no
ocurre de ese modo. Las crisis de
ansiedad o ataques de pánico, son situaciones de intensa activación de alarma,
pero no implican de por sí que se sufra de alguna patología concomitante.
Esto es importante aclararlo porque es un temor muy frecuente de quienes sufren de
síntomas de ansiedad, y ese temor agregado, suele complejizar el
cuadro. Generando mayor ansiedad en consecuencia e impidiendo que ceda el
episodio.
Por eso, debemos ser muy cautelosos al informar. Las
personas que sufren de ansiedad se suelen asustar fácilmente al recibir información que muchas veces es incorrecta y
extremista.
Apreciado lector, en este artículo abordaremos sobre la
ansiedad, pretendiendo conocer sus efectos sobre la salud y alentar a quienes sufren de ansiedad a realizar una
consulta psicológica. Ya que muchas veces nos acostumbramos a sufrir
estos síntomas, dejando pasar el tiempo, y permitiendo así que se generen efectos adversos para la salud (física,
mental y emocional), que, de haber consultado previamente, podrían evitarse.
Síntomas:
Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes son:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente, pánico y
desesperación
- Aumento del ritmo cardíaco
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Sudoración y Temblores
-Reacciones cutáneas y Problemas de garganta
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra
cosa que no sea la preocupación actual
- Problemas para conciliar el sueño
- Padecer problemas gastrointestinales
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que
generan ansiedad
Efectos:
-
En primer lugar, es necesario intervenir a tiempo y prevenir porque prolongar un estado de alerta constante
no es aconsejable para la salud integral del individuo.
-
El estado de alerta nos priva del
disfrute, de llevar a cabo proyectos o acciones en dirección a lo que deseamos.
-
Nos trae problemas en el área vincular
y afectiva, disfunciones sexuales, dificultad para manifestar nuestras
emociones, etc.
-
Conlleva, además, problemas en la concentración, impidiendo el desarrollo
correcto en el área académica y laboral y social.
-
Acarrea problemas
gastrointestinales, agudiza las patologías respiratorias y desencadena en
muchos casos síntomas cutáneos, entre otros.
-
Ocasiona que nuestros músculos se tensionen, resultando en contracturas musculares, dolores, migrañas y
cefaleas.
-
El estado de alerta constante puede que, a largo plazo, intensifique el riesgo de contraer hipertensión a alguna
enfermedad cardiovascular. Así como también alguna patología del
sistema digestivo, como Colon
Irritable o úlceras.
-
Genera un debilitamiento del
Sistema Inmunitario, favoreciendo la contracción de enfermedades.
-
Puede acarrear insomnio, lo cual
tiene a su vez aparejados otros síntomas asociados como el cansancio y la
fatiga, etc.
Es decir, la ansiedad es un estado de alerta, donde sus efectos en la salud variarán de un caso a
otro, dependiendo de la persona y su entorno, siendo diferentes los efectos a
corto plazo que a largo plazo.
La ansiedad presenta síntomas sumamente viscerales e instintivos. Y por
esto, resulta muy difícil de
controlar desde la conciencia (razón).
Conclusión
Conocer los efectos de la ansiedad en el cuerpo y en
la salud integral del individuo nos permite, como personas, tomar responsabilidad sobre un síntoma
que se masifica y muchas veces, desde el sistema mismo, se estimula (la
velocidad, el estar siempre disponibles, son modos que predisponen a la
ansiedad); para poder así intervenir
adecuadamente y prevenir el desarrollo de patologías asociadas.
¿Cuándo
consultar a un profesional de la salud?
Consulta con el psicólogo en
los siguientes casos:
1.
Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en tu trabajo,
tus relaciones y otros aspectos de tu vida
2.Tu
miedo, tu preocupación o tu ansiedad te causan malestar y te resulta difícil
controlarlos
3.
Te sientes deprimido, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o
tienes otros problemas de salud mental junto con ansiedad
4.
Piensas que tu ansiedad podría estar vinculada a un problema de salud física
5.
Tienes pensamientos o conductas suicidas (de ser así, procura tratamiento de
urgencia inmediatamente)
Es posible que tus
preocupaciones no se vayan por sí solas y que empeoren con el paso del tiempo
si no procuras ayuda. Visita a tu psicólogo o a un profesional de salud mental
antes de que tu ansiedad empeore. Es más fácil tratarla si obtienes ayuda
pronto.
Rayan Muepaz
Psicólogo y Escritor
Contactos:
Sitio Web: https://rayanmuepazrm.wixsite.com/website
WhatsApp: https://wa.link/5ipio5
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