Hay sentimientos como el odio y el rencor que llegan a
causar mucho malestar, además de
retroalimentarnos de emociones negativas que no nos dejan ser felices.
¿Qué es el odio y el rencor?
El odio es un sentimiento negativo que pueden
experimentar los seres humanos hacia otras personas. Es perverso, destructivo y
contraproducente. Tiene el significado de no tolerar a alguien, una cosa o un fenómeno por alguna razón. Por
ejemplo, si una persona odia a otra, lo más seguro es que desee que no exista.
Por otro lado, el rencor es el sentimiento de hostilidad, o de gran
resentimiento, hacia alguien quien nos ha hecho algún tipo de ofensa o daño.
Todas las personas que odian o mantienen un rencor
hacia una persona suelen tener una razón de base que ha despertado ese
sentimiento negativo de forma muy fuerte. Estas personas piensan que al odiar a
alguien le están haciendo daño, aunque en realidad es todo lo contrario, se
hacen daño a sí mismos.
Las consecuencias de alimentarlo
El odio y el rencor son dos sentimientos profundos y poderosos
que una vez están dentro de nosotros desequilibran nuestra mente y cuerpo. En
realidad, ocurre con cualquier sentimiento negativo, si está presente durante muchos años acaba
volviéndose contra nosotros.
El rencor y el odio acaban creando un resentimiento tan profundo, basado en la necesidad de
decir algo que nunca se ha podido expresar. La persona se
siente defraudada y empieza a generar en su mente sentimientos negativos y
destructivo hacia la persona. A medida que pasa el tiempo, esas idean aumentan
su intensidad y acaban provocando problemas graves como ansiedad o enfermedades
psicosomáticas.
El caso es que si vivimos con estas emociones
negativas dentro de nosotros no nos dejará ser felices del todo. De este modo, aparte
de tener sentimientos negativos dentro de ti, te niegas tu propia
felicidad.
Aunque cueste, lo mejor es aprender a trabajarlos y a
gestionarlos ya que no generan nada positivo. Estas emociones nos
perjudican y nos corrompen física y mentalmente.
¿Sirve de algo sentir estas emociones?
Odiar o pensar en algo que ya pasó no tiene ningún
sentido. Pensar constantemente en el daño que nos han hecho, pero no aprender a
gestionarlo, solamente hace que caigamos en pensamientos tóxicos. Hay
que aprender a soltar, perdonar y a olvidar ese dolor.
No podemos vivir deseando el mal a los demás, aunque
suene obvio, no podemos utilizar la excusa de “fueron ellos quienes
empezaron”. El odio no se apaga con más odio. En realidad, si
cada vez vamos odiando más y más acabaremos en una espiral de violencia física
y verbal increíble.
Por lo que, el rencor y el odio no sirven de
nada. Son obstáculos que se entrometen a la hora de mantener una
relación con alguien, ya sea de amistad o de amor
¿Cómo
eliminar el rencor?
Para eliminar el rencor, el primer paso es identificar
ese sentimiento. No significa lo mismo enfadarse o tener una discusión
con alguien que es un sentimiento que con el tiempo se irá, a sentir una
necesidad de venganza por lo que nos han hecho. Si nuestro cerebro empieza a tener
imaginaciones terribles en relación a esa persona, se puede decir que tenemos
rencor.
Una vez identificada la emoción toca una parte que no
suele gustar mucho: la comunicación. Es fundamental hablar a esa
persona y expresarle lo que nos ha molestado o el por qué, sacar lo que tenemos
dentro. Este es un buen intento de hacer que la relación vuelva a su estado
normal. Perdonar ayuda a estabilizar nuestras interacciones con los
demás.
Si por lo que sea no podemos hablar con esa persona
hay otra posibilidad: desahogarnos con alguien de confianza.
Para vivir tenemos que aceptar lo que ha ocurrido. A veces el dolor que sentimos es tan grande que
nos impide aceptar cosas que ya son parte del pasado y hay que pensar que eso
ya pasó y no hay que darle más vueltas. Todos nos equivocamos alguna vez, lo
importante es reconocerlo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que aceptar
no es lo mismo que perdonar. Tenemos que aceptar lo que ha ocurrido y
también tomar decisiones que hagan mejorar esa situación. La comunicación es
imprescindible para arreglar una situación (eso sí, siempre de forma sana)
Pero también hay a veces que no somos capaces de
arreglar las cosas, sea por parte de la persona que no quiere asumir sus
errores o por nuestra parte si nos han hecho mucho daño. Por ello, lo mejor
es separarse de esa persona, aunque sea una medida drástica, a largo plazo
será lo mejor. Muchas veces es mejor estar solo que mal acompañados.
¿Cómo combatir el odio?
Como el odio y el rencor no son la misma emoción, la
forma en la que gestionarla también es distinta.
1. Lo primero es aceptar que el odio es una emoción negativa,
ya sea temporal o permanente.
2. Dedicar tiempo para pensar y reflexionar sobre la situación
que nos ha hecho llegar hasta ese punto antes de actuar de forma impulsiva.
3. No podemos permitir que los sentimientos negativos de otras personas
nos afecten a nuestra vida.
4. Hablar con la persona hacia la que sentimos odio y
desahogarnos.
5. Perdonar, aunque sea difícil, si no perdonamos, ese sentimiento
negativo seguirá dentro de nosotros.
6. Practicar deporte para evadirnos de las emociones
negativas.
7. Si lo necesitas, pide consejo a alguien de confianza.
A veces hasta que no hablamos con alguien y nos dicen las cosas no somos
capaces de ver la realidad.
8. Leer libros o demás actividades que contribuyan a tu
crecimiento personal.
9. Por último, si crees que no te sientes capacitado o ya lo has intentado
muchas veces y no sabes cómo gestionarlo lo mejor es que acudas a un
especialista.
Recibe un abrazo de mi parte.
Psi. Rayan Muepaz
Director del Proyecto Nueva Psicología
Contactos:
https://linktr.ee/rayanmuepaz.rm
No hay comentarios:
Publicar un comentario